Pasará lo que tenga que pasar en las siete jornadas restantes de la Euroliga, aunque los méritos azulgranas ya son indiscutibles. Quizá se ahogue en la orilla tras remar lo que no está en los escritos en la recta final de la fase regular, pero no se le puede reprochar nada al Baskonia. Testarudo como pocos, el equipo vitoriano mantuvo su velocidad de crucero ante el Olympiacos para encadenar su quinta victoria consecutiva y seguir echando el aliento en la nuca a algunos rivales directos en pos del Top 8 cada vez más presionados.

En el cómputo global de su trayectoria continental, el balance ya es positivo tras la racha más notable de la campaña que ha rescatado lo mejor de un colectivo sumido en un álgido estado de confianza. Ivanovic ha inoculado su fe a unos boinas verdes dispuestos a morir con las botas puestas. Y si la cabeza responde, todo lo demás llega solo como el desbordante talento de algunos soldados del montenegrino. Giedraitis mató al conjunto griego en los veinte minutos iniciales antes de que Vildoza reclamara su cuota de protagonismo con una pletórica exhibición ante el aro griego.

Entre el lituano y el argentino organizaron la mundial ante un Olympiacos sumido en una profunda depresión y que manó sangre como todos los rivales azulgranas de las últimas semanas. Tras arrancar con bríos renovados, el plantel griego pronto recibió un baño de realismo ante el colmillo afilado de un TD Systems arrebatador, voraz e inmisericorde. Fue un choque desigual entre un anfitrión fresco de piernas y un visitante envejecido que salió goleado en la batalla física.

Poco queda ya de aquel granítico Olympiacos que obró varios milagros a mediados de la pasada década a lomos del majestuoso Spanoulis, una leyenda que no puede disimular sus arrugas. La energía, el músculo y el talento del cuadro vitoriano ahorraron cualquier atisbo de suspense a otro partido convertido en un aplastante monólogo local.

Resumen del TD System-Baskonia - Olympiacos

Resumen del TD System-Baskonia - Olympiacos

A la espera de la visita al Palau Blaugrana, donde puede estar la llave del Top 8 en caso de victoria, sigue vivo y entero en la Euroliga un Baskonia sostenido esta vez no solo por la inmensa clase de sus estilistas sino también por el compromiso colectivo, su pundonor defensivo y su rigor táctico. Argumentos que le permitieron reventar un partido cuyo arranque no invitó precisamente al optimismo.

Y es que la tropa de Ivanovic tan solo se sintió incómodo ante la dureza griega durante los minutos iniciales, tramo en el que le tocó desempeñar el papel de perseguidor de un Olympiacos venido a menos con el paso de los minutos. El equipo vitoriano no embocó su primer triple hasta bien entrado el segundo cuarto, sufrió horrores atrás para leer el 'dos por dos' de su rival y también incurrió en graves desatenciones en el cierre del rebote defensivo, pero pronto disipó las incógnitas con personalidad, un ritmo trepidante y grandes dosis de puntería. Es decir, la volcánica medicina de unos últimos tiempos donde las alegrías se suceden a un ritmo de vértigo.

La reacción azulgrana coincidió con Spanoulis en cancha. La leyenda helena, cuyo baloncesto al ralentí ha quedado completamente desfasado, confirmó en el Buesa Arena las razones de su decadencia. Henry, de nuevo capaz de meter manos en todos los lugares con un despliegue descomunal, le hizo la vida imposible a un icono de la Euroliga al que las piernas ya no le responden como antaño. Tras ver las orejas al lobo (15-25), el Baskonia se redimió a lo grande con un incontestable parcial de 28-5.

Si el base estadounidense elevó al máximo la temperatura defensiva atrás, Giedraitis fue un insaciable martillo pilón que descargó su ira sobre el Olympiacos. El lituano fue la punta de lanza de un equipo por momentos desatado desde el 6,75 tras el intermedio. Vildoza se soltó la melena como en sus mejores noches, Peters también aprovechó las facilidades griegas para engordar sus números y Sedekerskis no quiso ser menos con todo decidido. Para desgracia helena, un solvente Jekiri recogió con eficacia el testigo de un Fall cargado de faltas para que el equilibrio interior-exterior resultase perfecto.

91 - TD Systems Baskonia (15+28+25+23): Vildoza (16), Giedraitis (18), Sedekerskis (8), Polonara (11) y Fall (9) -cinco inicial-, Raieste (-), Jekiri (10), Henry (-), Peters (8), Diop (-), Dragic (8) y Kurucs (-).

66 - Olympiacos (21+11+26+8): Sloukas (8), Jenkins (-), Jean-Charles (15), Vezenkov (5) y Koufos (5) -cinco inicial-, Nikolaidis (-), Charalampopoulos (2), Harrison (7), Larentzakis (-), Spanoulis (2), Ellis (12) y Mckissic (10).

Árbitros: Damir Javor (Eslovenia), Saso Petek (Eslovenia) y Tomasz Trawicki (Polonia). Sin eliminados. Señalaron técnica a Diop en el tercer cuarto.

Incidencias: partido correspondiente a la vigésima séptima jornada de la Euroliga disputado sin público en el Fernando Buesa Arena de Vitoria. El último cuarto se inicio con unos minutos de retraso por un problema con el acta digital.