El TD Systems Baskonia recibirá hoy a partir de las 21.00 horas en el Buesa Arena al Zalgiris Kaunas, uno de los equipos de moda de la Euroliga, que ocupa actualmente la sexta plaza de la clasificación con 13 victorias y 9 derrotas. Su situación y dinámica, con ocho partidos ganados en sus diez últimos compromisos continentales, es totalmente contraria a la del combinado gasteiztarra, que ha perdido sus últimos cuatro partidos de la Euroliga, dejando sensaciones pobres y cayendo a la decimotercera plaza, con pocas opciones de reengancharse a la pelea por el Top 8.

Las dos últimas derrotas del Baskonia, contra el Valencia en Liga Endesa y contra el Asvel en Euroliga, han supuesto un jarro de agua fría para el equipo, que en ambos encuentros logró una ventaja importante en los primeros compases y luego se vino abajo. El cansancio físico y mental de los jugadores les está jugando una mala pasada y últimamente sufren desconexiones durante los partidos que los dejan fuera de combate. Con pocas opciones ya de conseguir estar entre los ocho mejores equipos de la Euroliga, el equipo de Ivanovic intentará hoy reencontrarse consigo mismo y cuajar una buena actuación que le sirva de cara a coger confianza para la ACB y la Copa, que se disputa en dos semanas.

No será para nada una tarea fácil, ya que el Zalgiris es uno de los equipos más en forma de la Euroliga y se encuentra en plena pelea por clasificarse para el play off. El conjunto lituano está desarrollando un baloncesto muy vistoso, similar al que se juega en la NBA, con posesiones cortas, muchas canastas en transición, lanzamiento de tres y jugadores móviles y versátiles. De hecho, ya demostró en el partido de la primera vuelta en Kaunas ser un equipo muy completo y sólido, imponiéndose al Baskonia por un abultado 92-73. La hoy defensa local deberá ser mucho más sólida y expeditiva si quiere evitar otra victoria fácil de los entrenador por Martin Schiller.

Jekiri y Fall tendrán hoy la difícil labor de conseguir frenar a Joffrey Lauvergne, uno de los referentes del Zalgiris. El pívot francés militó entre 2015 y 2018 en la NBA y en las dos últimas campañas ha jugado en el Fenerbahce. Se trata de uno de los pocos interiores que todavía saca partido a su juego de espaldas al aro, con un buen movimiento de pies, lectura de juego y tiro de media y corta distancia. Con 11,6 puntos y 5,8 rebotes de promedio, Lauvergne es uno de los recursos habituales del Zalgiris en ataque, que cuando no consigue anotar en transición siempre tiene la opción de buscar a Lauvergne en la pintura.

Otra de sus bazas es Marius Grigonis. El alero lituano, conocido de la ACB por su paso por el Manresa y el Iberostar Tenerife, está cuajando una de sus mejores temporadas, con números extraordinarios en anotación y lanzamiento de tres. Grigonis promedia un 49% de efectividad desde más allá de la línea de 6,75 metros, promedia 14,4 puntos por partido y una valoración de 15,1, la más alta de su equipo. Amenazando junto a otros buenos tiradores como Hayes, Milaknis y Lekavicius, el Baskonia deberá estar pendiente de que su rival no entre en racha desde el perímetro.

A pesar de que el Zalgiris tiene las bajas de Vasturia, Blazevic y el exbaskonista Garino, sigue siendo un equipo temible, como demostró el pasado miércoles al superar 78-79 al Valencia. El Baskonia, en principio, cuenta con todo el plantel a su disposición, aunque Vildoza es duda después de perderse el final del pasado encuentro por unas molestias que arrastra en la espalda.