- El CSKA arrojó ayer algo de luz respecto a la difícil situación en la que se encuentra inmerso Mike James, apartado del equipo y con todos los boletos para dejar de pertenecer en un breve plazo de tiempo al gigante ruso.

El club presidido por Vatutin hizo público ayer un comunicado después de que el exbaskonista no integrara el pasado martes la expedición del CSKA con destino a Berlín, donde ayer se enfrentó al Alba de Aito García Reneses en el Mercedes-Benz Arena dentro de una nueva jornada de Euroliga.

“El 22 de enero, a la finalización del partido contra el Fenerbahce, se produjo un incidente en el vestuario del equipo con la participación de James. Como resultado, el club decidió sacar al jugador de los entrenamientos y partidos”, confirmó el CSKA, que lógicamente evitó dar el nombre del compañero de equipo con el que James mantuvo un altercado.

Sin embargo, algunos medios especularon con la posibilidad de que dicho desencuentro fuera con Toko Shengelia. Lo chocante del caso es que ambos ya coincidieron en Vitoria como integrantes del Baskonia durante parte de la campaña 2014-15 y la totalidad de la 2015-16, en la que el equipo alcanzó la Final Four de Berlín.

Lo cierto es que el posible divorcio entre James y el CSKA podría suponer un terremoto de dimensiones siderales en el baloncesto europeo. El base nacido en Portland ya fue apartado por Dimitris Itoudis meses atrás y este nuevo incidente podría precipitar de forma definitiva su marcha del club ruso, con quien tiene firmado un suculento contrato hasta junio de 2023 tras la ampliación de contrato del pasado verano.

“La decisión final sobre el futuro de James en el CSKA se tomará en los próximos días, y también se darán explicaciones sobre la situación con la partida de Mike sobre el funeral de su abuelo”, concluyó el comunicado del transatlántico moscovita.