No le da. Esa es la conclusión que podría extraerse tras constatar la irregularidad del TD Systems Baskonia durante esta primera quincena de enero.

Da la impresión de que al conjunto vitoriano le faltan efectivos para aguantar con entereza el terrible maratón que supone alternar la Liga ACB y la Euroliga. O eso, o que los que tiene no aportan lo suficiente como para mantener un alto nivel de manera continuada.

Tras finalizar 2020 con una racha de cuatro triunfos consecutivos (Canarias, Olimpia Milán, Zaragoza y Valencia) y extender esa bonanza al segundo día de enero (Andorra), el Baskonia se ha sumido en una espiral mucho menos sólida en la que ha alternado victorias y derrotas hasta encadenar dos fiascos consecutivos. De ganar con suficiencia al Andorra en Vitoria (84-67) nada más estrenarse el año, pasó a perder en Berlín (95-91) apenas tres días después a pesar de que el conjunto alemán se presentaba plagado de bajas y, a priori, como una víctima propiciatoria para escalar posiciones en la Euroliga.

Dos días más tarde se presentaba el líder CSKA en Vitoria con la vitola de imbatible después de sumar una docena de triunfos consecutivos en la máxima competición continental. Sin embargo, el Baskonia resucitó para completar uno de sus mejores partidos y acabar anotándose un prestigioso aunque apretado triunfo (95-93).

La inercia positiva se prolongó en Málaga donde el equipo vitoriano se jugaba acabar cuarto la primera vuelta de la Liga ACB y clasificarse, por tanto, como cabeza de serie en la fase final de la Copa que se disputará en Madrid en febrero. No hubo dudas pese un mal inicio (30-19), probablemente como consecuencia del cansancio acumulado ante los rusos apenas tres días antes. El Baskonia se rehízo en el segundo cuarto (15-21) y ya no cejó hasta anotarse una cómoda y amplia victoria (79-91).

La autoestima reforzada ante el CSKA y el objetivo copero cumplido a costa del Unicaja. Y da la impresión de que esos dos esfuerzos consecutivos acabaron por pasar factura a un equipo demasiado escaso para prolongar su competitividad en el tiempo.

Las visitas al Fenerbahce y al Maccabi -viaje a Estambul desde Málaga y de allí a Tel Aviv sin tiempo suficiente para pasar por Vitoria- se han saldado con dos dolorosas derrotas que alejan al equipo vitoriano del ansiado Top 8 europeo. El Baskonia cayó con estrépito en Turquía sin apenas poder oponer resistencia (96-76) y volvió a perder dos días más tarde en Israel (91-82) después de pelear con más ánimo que acierto durante todo el partido y un colapso final que permitió al Maccabi estirar su ventaja en el marcador hasta el 91-82 con el que concluyó el encuentro.

Mañana mismo llega el Betis a Vitoria. Después se suceden Alba Berlín, Valencia, Asvel y Zalgiris antes de que pasar a febrero. La resistencia baskonista no deja de ponerse a prueba.

El equipo vitoriano ha alternado victorias y derrotas en enero hasta sucumbir dos veces seguidas en la Euroliga

El calendario no da tregua y el Baskonia aún debe enfrentarse a Betis, Alba, Valencia, Asvel y Zalgiris en lo que resta de enero