Cuando el CSKA fichó a Darrun Hilliard, quien más quien menos en el entorno baskonista pensó que al club vitoriano le habían privado de un buen jugador, aunque en absoluto insustituible. Un americano más, de los notables, pero nada que no se pueda sustituir o incluso mejorar escudriñando el mercado. En la única temporada que estuvo en Vitoria, y uniendo Liga y Euroliga, Hilliard promedió en torno a 10 puntos, 2 rebotes y 1,5 asistencias en 20 minutos por partido.

Uno de esos jugadores silenciosos, eficaz en sus números pero al que casi nadie buscaba cuando había que jugarse un tiro caliente, de esos que deciden partidos o títulos. Hilliard era un jugador muy correcto para darle empaque a un equipo con aspiraciones, pero no el estilete definitivo con el que equipos algo más modestos, como el Baskonia, intentan sorprender cada año a los clubes más poderosos de Europa.

Así que Hilliard se marchó al CSKA sin que nadie le dejara de agradecer los servicios prestados pero sin que tampoco alguien derramara una sola lágrima por su pérdida. En Moscú seguramente iba a cumplir un rol algo más secundario, ideal para ese tipo de jugadores fiables.

Mucho más impactantes fueron las bajas de Shengelia, Mike James e incluso Voitgmann, los otros tres ex jugadores del Baskonia que hoy militan en el CSKA. A buen seguro, Hilliard era el vengador menos esperado cuando llegaran los duelos directos contra los rusos.

De hecho, en las dos temporadas que lleva en Moscú mantiene aproximadamente los números de su etapa vitoriana. Pocas estridencias, sin picos, sin grandes exhibiciones... hasta el pasado 12 de nobviembre.

En el partido de ida de esta Euroliga, el CSKA derrotó al Baskonia (89-86) en un partido loco que parecía perdido a falta de cinco minutos pero que no se decidiría hasta el final tras una gran reacción vitoriana. Y el gran dominador del encuentro fue un desatado Darrun Hilliard con 31 puntos -7/10 triples incluidos- en 34 minutos. Un volcán en erupción que, como Jayson Granger en el Alba Berlín, aprovechó la visita de sus ex para soltarse el mejor partido de la temporada. Hoy quizá no brille tanto, no lo ha vuelto a hacer desde entonces, pero en el CSKA juegan aún tres ex baskonistas más que a buen seguro intentarán cogerle el relevo.