or si existía alguna duda acerca de su enorme potencial baloncestístico, Shavon Shields lo está dejando muy claro en Milán. Un rápido vistazo a las estadísticas del Armani en la Euroliga permite deducir su ascendencia en el grupo capitaneado desde la banda por Ettore Messina. El exbaskonista se ha convertido en uno de los nombres propios de esta edición continental con un poderío superior -tanto anotador como físico- al que evidenció durante sus dos notables campañas en Vitoria.

Acostumbrado a que casi todas sus multimillonarias apuestas salgan rana desde tiempos inmemoriales y acusado por sus detractores de ser un cementerio de elefantes, el Armani está disfrutando este curso de la versión más afilada que se recuerda de Shields. Un alero todoterreno que ha mejorado sus estadísticas de forma exponencial en tierras lombardas promediando hasta ahora más de 13 puntos y casi 4 rebotes en 26 minutos de juego. Y todo ello aderezado de un notable 51% de acierto desde la línea del 6,75.

Si como azulgrana ya dejó muestras de ser un tres muy apetecible para cualquier grande del Viejo Continente, su espectacular papel a las órdenes de Ettore Messina está encumbrando a Shields como un jugador más determinante si cabe y susceptible de verse tentado por la NBA. Pese a que alguien podía pensar que en un conjunto tan glamuroso como el lombardo podía estar diluido y a la sombra de otras estrellas como Delaney o el Chacho, el estadounidense con pasaporte danés ha encajado desde un primer momento como un guante en los esquemas del técnico de Catania.

Su fichaje le ha sentado como anillo al dedo a un Armani donde se ha vuelto imprescindible en el puesto de tres con una cadencia anotadora ciertamente espectacular. Pese a la feroz competencia con Vladimir Micov o incluso Luigi Datome, Shields no solo es el jugador más valorado del inminente rival baskonista sino también el que se ha jugado algunos balones calientes en un final a cara de perro con una personalidad arrolladora.

Suyo fue, por ejemplo, el triple con que el Armani resolvió favorablemente a falta de siete segundos el primer envite continental en Múnich. También dejó su sello en la visita lombarda al Khimki con 26 puntos, la que hasta la fecha continúa siendo su máxima anotación histórica en la Euroliga.

Mucho antes de que acabara la pasada temporada, el Baskonia ya fue consciente de que retener al alero de Kansas sería una misión imposible. El club vitoriano, siempre raudo a la hora de cazar talento, le incorporó en el verano de 2018 con un contrato no muy alto cuando ya se había labrado una sólida reputación en el baloncesto transalpino en el modesto Dolomiti Energía Trentino, al que condujo hacia la final de la Lega.

Sin embargo, la prórroga de ese vínculo a partir del pasado 30 de junio implicaba una considerable subida de sus emolumentos y los rectores del Buesa decidieron echar el resto por el lituano Rokas Giedraitis. Shields, por su parte, materializó un rápido acuerdo con el Armani que ha disparado sus honorarios con respecto a la etapa en Vitoria.

Hoy se producirá el reencuentro entre dos partes que todavía mantienen algún lazo. No en vano, el Baskonia es el poseedor de sus derechos en España. Es decir, si algún club puntero de la Liga ACB piensa algún día en Shields como posible refuerzo para su cuerda exterior, deberá negociar con Josean Querejeta la cuantía de un traspaso. Tanto el Real Madrid como el Barcelona tienen sobrada experiencia acerca de cómo se las gasta el presidente azulgrana en estos casos.