El Baskonia está muy atento estos días a las noticias que llegan desde Koper, la ciudad eslovena que acoge esta temporada en calidad de cedido a Jurij Macura. El club escogido por los rectores azulgranas para que uno de sus cuatro cedidos lejos de Vitoria se foguee atraviesa una crítica situación económica y está al borde de la desaparición. Por ende, todos sus jugadores han recibido ya la luz verde por parte de la gerencia para abandonar el equipo y encontrar un nuevo acomodo profesional.

Los acontecimientos se han precipitado en estos últimos días sin que hubiera constancia de la inestabilidad en el plano económico. Los dos últimos encuentros del Koper Primorska, el que debía medirle el sábado en la liga eslovena al Sencur y el de hoy en la Liga Adriática frente al KK Borac, se han cancelado por una incomparecencia que no ha sido justificada.

Las reglas de ambas competiciones son inflexibles y los dirigentes de ambas competiciones han resuelto darle por perdidos ambos duelos por un marcador de 20-0. Si un episodio de este calibre se repite en el futuro, el siguiente paso será automáticamente la expulsión del club de los dos torneos.

Por lo tanto, el Baskonia ya es consciente de que, salvo sorpresa de última hora, tendrá que ponerse manos a la obra para que una de las grandes esperanzas de su cantera encuentre un nuevo lugar de destino. A su favor juega el hecho de que Macura, un espigado pívot zurdo de 2,11 metros a punto de cumplir los 21 años, estaba cuajando una excelente temporada en tierras eslovenas y se ha revalorizado, de ahí que haya varios clubes interesados en sus servicios.

En las nueve jornadas transcurridas de la Liga Adriática, el joven interior nacido en Ljubljana ha promediado unos notables 13,2 puntos, 8,3 rebotes y 1,2 tapones en prácticamente 30 minutos. La pasada temporada estuvo cedido en el Mega Soccerbet propiedad de Misko Raznatovic, donde no gozó de tanto protagonismo como hasta ahora ni rindió al nivel de ahora.

Desde Eslovenia, eso sí, se asegura que el Koper Primorska, vigente campeón de liga y Copa en su país, se resiste a arrojar la toalla y está buscando soluciones de urgencia para evitar una traumática desaparición. El actual equipo de Macura tiene poco más de cuatro años de vida, ya que fue fundado en 2016.