FENERBAHCE Ali (16), Brown (15), Ulanovas (-), Barthel (14), Vesely (10), -cinco titular- Westermann (2), Biberovic (-), Pierre (18), Eddie (11) y Duverioglu (-).

VALENCIA Vives (7), Van Rossom (20), Kalinic (9), Pradilla (6), Dubljevic (11) -cinco titular Prepelic (13), Tobey (2), San Emeterio (6), Williams (13) y Hermannsson (3).

Parciales 17-16, 26-17, 21-26, 22-31.

Árbitros Pukl (ESL), Koromilas (GRE), Pastusiak (POL). Sin eliminados.

Pabellón Ulker Sport Arena de Estambul.

- El despertar físico del Valencia Basket en la segunda parte tras una primera mitad en la que rehuyó de esos duelos le dio ayer, apuntalada por los puntos del belga Sam Van Rossom al final, al equipo valenciano su tercera victoria seguida en la pista del Fenerbahce que le consolida en la parte noble de la clasificación de la Euroliga. El primer cuarto fue un rápido e intrascendente intercambio de canastas en el que los escurridizos Muhammed Ali y Lorenzo Brown alimentaron el marcador de los locales y Nikola Kalinic y Derrick Williams, en el regreso a la que fue casa, hicieron lo mismo con el de los visitantes.

La salida de Leo Westermann permitió al conjunto turco exprimir su buena circulación y abrir las costuras de la no muy firme defensa del equipo valenciano. Llegando desde el banquillo, Dyshawn Pierre y Jardel Eddie estiraron la ventaja local ante un rival que no plantaba cara físicamente y que acabó por rehuir en esa batalla (36-28, m.17). El regreso de Sam Van Rossom permitió al Valencia minimizar los daños antes del descanso. El conjunto de Ponsarnau regresó a la pista con la lección aprendida y con una actitud mucho más agresiva en los dos lados de la pista, y el ímpetu de Pradilla y Guillem Vives empujó al Valencia.