- "Hemos estado en Rusia. Sinceramente, nos asustamos. Espero que en un futuro no muy lejano no tengamos casos". Estas palabras, surgidas de la boca de Carles Durán, técnico del Joventut, al poco de regresar de Kazan tras un partido correspondiente a la Eurocopa celebrado el pasado 28 de octubre ante el Unics, fueran premonitorias de lo que se le venía encima al club verdinegro. Casualidad o no, ocho positivos por coronavirus han alterado desde entonces la tranquilidad de la renacida Penya quedando bien claro el alto riesgo que implica para la salud de los equipos de cualquier modalidad deportiva competir en Rusia.

La expedición del TD Systems Baskonia se encuentra en alerta por motivos evidentes, si bien confía en que la integridad física de todos sus componentes no se vea resentida tras el desplazamiento que arranca hoy con un vuelo chárter desde Foronda a partir de las 9.00 horas. En el Megasport Arena, cancha que el conjunto vitoriano pisará mañana en busca de una hazaña ante el todopoderoso CSKA, aún se permite la presencia de público en las gradas. Más de 3.000 seguidores presenciaron el último duelo europeo ante el Valencia. Un hecho discriminatorio con respecto a otros equipos a quienes las autoridades locales han negado la opción de contar con el aliento de su sexto jugador.

Lejos de evitar la propagación del virus con medidas estrictas, en Rusia hay barra libre para casi todo. Cada vez que el realizador enfoca un plano de las gradas durante el partido, más de un telespectador se escandaliza. La estampa de un buen número de aficionados apretujados en escasos metros y con la mascarilla bajada constituye un peligroso caldo de cultivo a la hora de que la emergencia sanitaria no siga causando estragos.

El Joventut no ha sido el primero ni, previsiblemente, tampoco será el último en verse atacado por el coronavirus tras un desplazamiento a Rusia. La preocupación entre los deportistas va in crescendo a tenor de lo que le sucedió a la selección femenina eslovena de fútbol, con 22 casos de positivos, tras jugar en Moscú, o al Alba Berlín, que se puso en cuarenta tras notificar siete casos a los pocos días de imponerse al CSKA en el Megasport Arena. Ibon Navarro y muchos jugadores del Andorra también sufrieron un duro brote tras competir el 21 de octubre en Krasnodar frente al Lokomotiv Kuban en la Eurocopa.

El CSKA fue el primero de los tres participantes rusos de la Euroliga más afectados por la pandemia con siete promesas del equipo juvenil aislados por sospechas de contagio y luego con la confirmación de tres casos en su primera plantilla (Strelnieks, Antonov y Milutinov). El Khimki se vio afectado más tarde por otro salvaje brote viéndose obligado a disputar varios encuentros -entre ellos el del Buesa Arena ante el Baskonia- en unas condiciones ciertamente precarias debido a la falta de jugadores. En el Zenit San Petersburgo, por último, se han registrado trece casos de coronavirus, entre ellos el de su técnico Xavi Pascual, y tiene pendientes aún cuatro encuentros de la Euroliga.

Viejo conocido del CSKA. El ala-pívot estadounidense, que se proclamó campeón de la Euroliga con el CSKA en 2019 y todavía no ha alcanzado su mejor nivel en Vitoria, valoró ayer el complicado duelo de mañana ante los rusos. "Tendremos que ser muy fuertes defensivamente porque muchos jugadores van a intentar desequilibrarnos. Disponen de una plantilla repleta de talento ante la que vamos a tener que competir, así que nos tocará preparar cosas extra para dar una respuesta. Cualquiera de sus cinco jugadores anota o juega bien. Espero que mostremos el carácter suficiente si hay un final igualado".