- Buenas noticias procedentes de la enfermería azulgrana. Entre los expedicionarios de ayer del Baskonia en el vuelo chárter que despegó desde Foronda hasta Belgrado figuró Zoran Dragic. El exterior esloveno constituye la principal novedad de cara a la segunda jornada de la Euroliga, que traslada al equipo vitoriano hasta la mítica sala Pionir. Por fortuna, la casa del Estrella Roja no lucirá hoy sus mejores galas como a lo largo de cientos de noches en las que ha intimidado de lo lindo a todos los visitantes que se han adentrado en el otrora infierno serbio.

Si bien Ivanovic evitó ayer dar por segura su presencia, el simple hecho de que se haya desplazado hasta la capital serbia significa que Dragic ya está restablecido del edema en la musculatura isquiotibial de su pierna izquierda. Una lesión que arrastraba desde la pretemporada y le ha hecho perderse los cuatro últimos encuentros del Baskonia después de que los médicos recomendaran reposo.

El guerrero esloveno se vio obligado a parar en vísperas de la gira madrileña ante el Fuenlabrada y el Estudiantes. No participó en dicha doble confrontación ni tampoco pudo vestirse de corto la pasada semana ante el Real Madrid y el UCAM Murcia. Pese a haber saldado con tres victorias este periodo de ausencia, no cabe duda de que el equipo alavés ha echado de menos el concurso de un escolta-alero capaz de subir bastantes decibelios la intensidad defensiva, aportar intangibles y también facturar puntos con cierta asiduidad.

Sin su presencia, Ivanovic se ha visto privado de una rotación muy valiosa en un perímetro que precisamente no va sobrado de efectivos tras la rescisión de contrato de Khadeen Carrington. Los tres canteranos (Kurucs, Raieste y Sedekerskis) han gozado de un destacado protagonismo en su ausencia, pero la veteranía y el oficio de Dragic ofrecen en teoría unas garantías superiores. No en vano, se trata de un todoterreno que inspira la máxima confianza a Ivanovic para sumar en ambos lados de la cancha.

"Todo el mundo está bien. Zoran está mejor, empezó a entrenar un poquito el miércoles, viajará y ya veremos si juega. Todavía no está preparado ni al cien por cien, pero viene con nosotros", se limitó a explicar el técnico azulgrana respecto al estado físico del esloveno, cuya previsible vuelta abre el abanico de opciones para conformar distintas combinaciones en el juego exterior.

Con o sin Dragic, el Baskonia afronta hoy una de las salidas más asequibles de esta Euroliga, donde ya están a la vuelta de la esquina las semanas con doble enfrentamiento. El americanizado Estrella Roja, que debutó en el torneo con una clara derrota en Estambul ante el Fenerbahce siendo actualmente el colista de la tabla, es la nueva piedra de toque para un Baskonia obligado a recuperar sensaciones.

La fea e inesperada derrota ante el Murcia acaba de devolver a la tierra a un equipo que no puede permitirse el lujo de perder su identidad defensiva y también necesita una mayor claridad de ideas adelante si quiere ser competitivo al máximo nivel. Sus pecados fueron castigados por los pupilos de Sito Alonso y esa imagen tan tierna no debería volver a repetirse. Por no hablar de las incontables pérdidas de balón, un caos al que Henry y Vildoza contribuyeron con su mala dirección de juego.

El Estrella Roja parte este ejercicio con remotas opciones de entrar en la cruenta pelea por el Top 8 También invita al optimismo que se le haya dado especialmente bien al Baskonia en los últimos tiempos. Dirigido desde el banquillo por Sasa Obradovic, este verano ha poblado su línea exterior de norteamericanos de un nivel bastante discreto siendo Jordan Loyd, ex del Valencia Basket, su principal fuente anotadora.

Un viejo conocido del Buesa Arena como el base Taylor Rochestie, cortado por el Baskonia al comienzo de la campaña 2012-13, acaba de acudir al rescate de su timón con un contrato temporal de dos meses de duración. Sin embargo, está por ver si el trotamundos texano debutará hoy en un anfitrión que también cuenta con otros rostros familiares de la Liga ACB como el cuatro Marko Simonovic y el pívot Ognjen Kuzmic. Para alcanzar el ansiado Top 8, ganar en Belgrado es casi una obligación.

Ivanovic gana una rotación muy valiosa para mantener el oxígeno en un perímetro que se encuentra cogido con pinzas y demanda soluciones

El Estrella Roja, que ha poblado su línea exterior de americanos con un nivel discreto, debería ser un rival al alcance de los vitorianos