- Este verano ha estado marcado por el masivo trasvase de jugadores entre los dieciocho clubes de la Euroliga. Se han registrado cambios sonados toda vez que las apuestas procedentes de la NBA han brillado por su ausencia, en parte por la dura economía de guerra tras la pandemia y por el hecho de que muchos jugadores norteamericanos hayan decidido esperar ofertas de la mejor liga del mundo cuando se abra el mercado de agentes libres allá por el mes de octubre.

Los grandes golpes han tenido como protagonista al CSKA, que se ha hecho con dos de los pívots más determinantes de la competición arrebatándoselos al Baskonia (Tornike Shengelia) y al Olympiacos (Nikola Milutinov). El Barcelona ha suplido la marcha de Malcolm Delaney (Armani) y Kevin Pangos (Zenit) con el cerebral Nick Calathes, cuyo ciclo en un Panathinaikos cada vez más devaluado ha llegado a su fin.

Dos pesos pesados del Fenerbahce como Kostas Sloukas y Derrick Williams han dado con sus huesos en el Olympiacos y el Valencia, respectivamente.

Quien ha vuelto a pasear su pujanza económica ha sido el Armani, que ha pescado en Vitoria (Shavon Shields), Kaunas (Zach Leday), Estambul (Luigi Datome), Belgrado (Kevin Punter) y Moscú (Kyle Hines). Otros fichajes de impacto han sido los de Ante Zizic, Lorenzo Brown y Edgaras Ulanovas (Fenerbahce), Greg Monroe y Errick McCollum (Khimki), Nemanjda Nedovic (Panathinaikos) y Arturas Gudaitis (Zenit).