Tras la angustiosa victoria ante el Valencia Basket, prácticamente un paseo militar en el sur de Madrid. El Baskonia conquistó anoche con suficiencia el vetusto Fernando Martín, antaño una cancha sumamente antipática e incómoda gracias al bullicio creado por su caliente sexto jugador pero ayer huérfana de su calor habitual para obrar un milagro. Incontestable mordisco a un modesto que trató de rebelarse ante un destino escrito de antemano sin que las brasas del fuego prendido por Melo Trimble alcanzaran a quemar los pialres de un sobrado forastero vitoriano.

Gracias a la inconmensurable aparición del base estadounidense en el tercer cuarto (20 puntos), el Fuenlabrada añadió algo de picante a una velada tiranizada desde el salto inicial por la tropa alavesa. Por fortuna, no pasó a mayores ese anecdótico sobresalto capitaneado por uno de los candidatos a jugador revelación de la Liga ACB. Trimble estuvo solo ante el peligro, mientras Ivanovic encontró múltiples soluciones -seis piezas con más de 10 puntos- para controlar el incendio provocado por un base rival en estado de gracia.

En el duelo de pistoleros, el Baskonia terminó pegando mucho más fuerte con el aguijón afilado de Vildoza, Peters o Giedraitis, que en los compases finales encogió el corazón de la afición azulgrana con esa fuerte torcedura en su tobillo izquierdo. Por si fuera poca la pegada, Jekiri también puso el músculo y el trabajo sucio bajo los tableros con el fin de amarrar la segunda victoria liguera.

Pese a la sensible baja de Dragic que acortaba la rotación, el Baskonia cumplió el pronóstico con la solvencia inherente a un grande. Sin el gladiador esloveno, Ivanovic se autoconvenció de que le sobran balas en el banco para salir indemne de pistas como las del modesto Fuenlabrada, incapaz de poner palos en las ruedas a la dictadura de una locomotora vitoriana que ha puesto la velocidad de crucero desde el arranque de la temporada.

Apenas tres minutos tardó en quitarse las legañas y entrar en calor un equipo vitoriano sabedor de su superioridad. Henry sentó cátedra en la dirección con un dominio absoluto del tempo y Polonara comandó la ofensiva azulgrana con nueve de los primeros 19 puntos. Agarrado al estadounidense y al italiano, el Baskonia apenas encontró dificultades para desplegar su juego habitual en tierras madrileñas.

Ivanovic agradeció el ingreso de la segunda unidad para mantener un alto ritmo y seguir asfixiando el ataque del Fuenlabrada, incapaz de despojarse los pesados grilletes alaveses. Si se trataba de que Raieste, Sedekerskis y Kurucs aprovecharan estas jornadas de guante blanco para reivindicarse, los canteranos respondieron a la confianza del montenegrino con una brillante actuación, sobre todo Tadas.

Trimble, llamado a ser el faro anotador del Fuenlabrada este curso, pareció pasar de puntillas por la velada hasta su devastadora explosión anotadora del tercer cuarto que envió a Henry al banquillo. Su absentismo laboral en la primera mitad constituyó otra inmejorable noticia para un Baskonia dispuesto a poner tierra de por medio cuanto antes y no permitir ningún conato de insurgencia. Sin embargo, la salvaje aparición del estadounidense -18 puntos entre los minutos 20 y 26- evitó que el monólogo alavés fuera todavía más concluyente.

En las contadas ocasiones que los exteriores se vieron superados por los inofensivos exteriores locales, ahí aparecieron los largos tentáculos de Jekiri y Diop con sus ayudas para impedir alegrías a los locales. La defensa alavaesa perdió algo de rigor tras el intermedio y el partido se convirtió en un toma y daca desde el 6,75. Cada misil de Trimble fue respondido con idéntica contundencia por Peters, Vildoza y Giedraitis, tres francotiradores que esta campaña elevarán sobremanera la munición baskonista desde la larga distancia.

El partido murió poco a poco con la exhibición anotadora de un TD Systems empeñado en hacer la mayor sangre posible. Y todo ello mientras Fall veía los toros desde la barrera. Con varias marchas menos que sus compañeros, el gigante senegalés calentó una vez más banquillo y continúa sin debutar en la presente temporada. Ayer parecía una ocasión propicia con el fin de que adquiriera algo de ritmo, pero Ivanovic entendió lo contrario. Mañana emerge otro rival ideal como el abúlico Estudiantes para seguir infundiendo pavor.

Superior de principio a fin El Baskonia impuso la lógica desde el salto inicial en el sur de Madrid y no dio opción alguna a un Fuenlabrada al que sometió a un incesante castigo gracias a la pegada exterior de Vildoza, Giedraitis o Peters. Polonara, en los compases iniciales, y Jekiri, amo y señor bajo los aros, también rayaron a un nivel superlativo.

Trimble añade picante El base estadounidense, llamado a ser una de las sensaciones de esta ACB, surgió majestuoso tras el descanso para anotar 20 puntos en el tercer cuarto y dar algo de emoción a un partido con muy poca historia. Fue una aparición estéril que no metió el miedo en el cuerpo al Baskonia.