- El Baskonia oficializó ayer el fichaje de Khadeen Carrington, una operación que ya estaba encarrilada desde hacía días e independiente de lo que suceda con Pierria Henry. Únicamente restaba por conocer un detalle respecto a los entresijos de la cuarta incorporación azulgrana de cara a la próxima temporada tras Rokas Giedraitis, Alec Peters y Tonye Jekiri. La incógnita estribaba en conocer la duración exacta del compromiso suscrito por el combo trinitense. Pues bien, la entente entre las dos partes es para las dos próximas campaña, si bien no es descartable como siempre sucede en estos casos que existan las habituales cláusulas de salida al final de la primera.

Carrington (24 años y 1,93 metros) aterriza en Vitoria procedente del modesto Ludwisburg alemán, el equipo revelación de la pasada edición de la BBL y con el que promedió más de 17 puntos y 3 asistencias por encuentro. Desconocido para muchos tras haber militado en tres equipos modestos hasta la fecha, no ocupará plaza de extranjero en la Liga ACB gracias a su condición de cotonou. Es decir, su aterrizaje es compatible con la continuidad de Henry si este último acepta el recorte salarial solicitado por el Baskonia, confiado en que Carrington eleve la dinamita y mordiente de un equipo en el que sus exteriores malvivieron el pasado ejercicio para fabricar canastas echando el balón al suelo.

Por otro lado, esta noche acaba a las 23.59 horas el plazo para que los dos jugadores inscritos por el Baskonia en el derecho de tanteo depositen en la ACB una oferta cualificada de otro club español. Todo hace indicar que Zoran Dragic y Patricio Garino agotarán el margen que disponían para ser tentados desde otro lugar sin presentar propuesta alguna y, por tanto, el club alavés retendrá sus derechos. El esloveno y el argentino recibieron en su día una oferta para seguir vistiendo los colores azulgranas que iguala los emolumentos percibidos la pasada temporada, aunque ninguno ha dado su conformidad para prolongar su estancia en Vitoria. Mientras el Pato ya ha dejado su entrever su intención de cambiar de aires, existen más esperanzas de que Dragic termine siendo uno de los soldados de Ivanovic en el futuro.