- El Baskonia ha sido el campeón de la incongruencia. En un baloncesto actual en el que el acierto desde la línea de tres puntos es un factor diferencial y en el que los lanzamientos exteriores han ido ganando cada vez más peso, el equipo de Dusko Ivanovic consiguió alzar el título de la Liga ACB firmando un 28% de acierto (8/29) en la final contra el Barcelona.

Un registro paupérrimo -no menos que el de tiros de dos, del 39%- que habla bien a las claras que el equipo vitoriano se proclamó campeón por otras virtudes que nada tienen que ver con su efectividad ofensiva. Y un porcentaje que entronca a la perfección con un global del curso en el que los azulgranas han sido de los peores en este apartado tanto en la competición doméstica (decimoterceros, con un 34,1%), como en la Euroliga, con un 32,7% que representa el nivel más bajo de acierto de los dieciocho participantes.

Por esta grave carencia que, pese al bonito final, tanto daño ha hecho los primeros movimientos del club en el mercado han ido destinados a buscar dos grandes tiradores exteriores como Rokas Giedraitis y Alec Peters.

El ya oficializado alero lituano ha evidenciado en su estreno en la Euroliga que es un tirador muy peligroso aprovechando la circulación de balón y los pases doblados por sus compañeros. Hasta un 39,8% de acierto se ha ido el báltico en su debut en el máximo nivel, dando continuidad a una trayectoria en la que casi siempre se ha movido en el entorno cercano al 40%, que es un registro notable. Mejores aún son los números del cuatro

Sus exhibiciones en su etapa universitaria en Valparaíso (en su primer año firmó un 77,3% para un global del 41,6% en cuatro temporadas) le abrieron las puertas de la NBA y tras una temporada en Phoenix entre los Suns y su equipo asociado de G-League -ahí cambió su tendencia, pasando a tirar más de tres que de dos- dio el salto a Europa. Con el CSKA en la Euroliga firmó un 43,3% de acierto, mientras que con el Efes ha cerrado el curso con un 41,7%. Un grandísimo especialista en el arte de recibir y lanzar, también aprovechando bueno movimiento de balón y espacios.

Para comprobar la relevancia de estos registros, lo mejor es acudir a las comparaciones. De toda la plantilla baskonista, el único que en la Euroliga supera los porcentajes exteriores de Giedraitis y Peters es Nik Stauskas, que en su periplo en el Buesa Arena firmó un 42,2% desde el perímetro, aunque, curiosamente pues la tendencia suele ser la inversa, en la ACB se quedó en un pobre 31,5%.

A partir de ahí, en Europa Tornike Shengelia es el único que se acerca a dichos números (39,1%) y solo tres jugadores (Zoran Dragic, 35,7%; Shavon Shields, 34,6%; y Miguel González, 33,3%) se encuentran por encima de un tercio de tiros anotados. El resto, hasta ocho, se encuentran por debajo o muy por debajo de dicha cifra, con Achille Polonara como el peor (22,5%).

En ACB las cosas mejoran en la mayoría de los casos -lo curioso es que los tres mejores en Europa son de los peores en España-, con Jayson Granger marcando el mejor porcentaje (45,7%), seguido de Pierria Henry (41,7%), Patricio Garino (39,4%) y Polonara (39,2%).

La apuesta por tiradores que se manejan a la perfección en el juego de recibir y lanzar habla bien a las claras de la necesidad que se ve desde el club de contar con jugadores con capacidad para abrir el campo y evitar que las defensas se cierren en torno a la zona. Una cuestión que ha sido un problema muy grava la recién finalizada temporada, con atascos monumentales en la pintura por la tendencia de muchos hombres de atacar ese espacio.

Precisamente, en un baloncesto en el que generar espacios es fundamental ante defensas cada vez más poderosas físicamente, la labor de los tiradores exteriores será fundamental para que interiores como Youssoupha Fall sean más difíciles de frenar o las penetraciones encuentran más facilidades.