- El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, no disfrutó del título liguero logrado por el Baskonia como le hubiera gustado. “La victoria me deja un sabor agridulce. Es una inmensa alegría que el carácter Baskonia haya vuelto a imperar y el equipo nos regale este trofeo. Sin embargo, me entristece que un pequeño sector de la afición no haya sabido comportarse adecuadamente y haya puesto en riesgo su salud y la de toda la ciudad”, lamentó.

Tanto la Policía Local como la Ertzaintza se coordinaron antes, durante y después del encuentro para velar por que se respetaran las medidas de seguridad y evitar las aglomeraciones. De hecho, había una unidad de refuerzo preparada por si la situación se descontrolaba. Por desgracia, las advertencias de las autoridades no fueron suficientes y decenas de seguidores se agolparon en la Kutxi para celebrar el campeonato, sin mascarillas ni distancia social. “Las fuerzas policiales vigilaron y llamaron a la responsabilidad de aficionados y hosteleros por megafonía durante el transcurso del evento, pero no se trata de eso. Es una cuestión de conciencia ciudadana. Tenemos que ser prudentes, no porque la policía nos vigile sino por respeto al trabajo del personal sanitario y a la salud de nuestros mayores y del resto de Vitoria”, apuntó Urtaran.

En cualquier caso, fue solo un pequeño sector el que infringió las instrucciones de las autoridades. “La mayoría de los ciudadanos se comportó de una manera ejemplar, siguió el partido con mucha intensidad, pero manteniendo la distancia de seguridad y tomando todas las medidas posibles para evitar contagios”. El alcalde agradeció la colaboración de los bares y restaurantes, que controlaron los aforos y cerraron a una hora prudente. “Fueron unos pocos los que se saltaron las normas y pusieron en riesgo la salud de todos”.

Gorka Urtaran anunció que el conjunto azulgrana tendrá un recibimiento oficial por parte de las autoridades -se celebrará hoy en el Buesa Arena, con presencia del propio alcalde; el diputado general de Álava, Ramiro González; y el lehendakari, Iñigo Urkullu-, pero en esta ocasión será a puerta cerrada. “Nos encantaría poder celebrar el título en la plaza de la Virgen Blanca junto a todos los aficionados, pero la situación actual nos lo impide, pondríamos la salud de todos en peligro. He hablado con el presidente y está de acuerdo. El año que viene volveremos a ganar la Liga y lo celebraremos como se merece”. Habrá que aguardar quince días para hacer balance de las consecuencias de la celebración del título. El alcalde espera que la irresponsabilidad de unos pocos no eche por tierra el trabajo de los últimos meses en la lucha por contener el covid-19.