- En el Manresa y el Baskonia se ganó una notable reputación como el clásico alero todoterreno capaz de manchar todos los apartados estadísticos con la solitaria laguna de su poca amenaza exterior, pero Adam Hanga ha dejado hoy en día de ser ya aquel explosivo purasangre en la cuerda exterior para reinventarse en un sorprendente base que lleva las riendas de la plantilla más cara del Viejo Continente.

Entre las continuas lesiones que han asolado esta temporada al Barcelona en el timón y que el húngaro ha convencido a Svetislav Pesic a la hora de desempeñar una función para la que pocos creían que pudiera estar capacitado, el opulento rival baskonista de esta noche ha vivido un inesperado cambio de jerarquías en la posición donde se cocina el asalto a los títulos en el baloncesto.

Lo que parecía una simple solución de emergencia para que el técnico serbio ganara tiempo con el fin de que Thomas Heurtel y Kevin Pangos se restablecieran de sus respectivas lesiones ha dejado de ser una novedad. La rescisión de contrato de Malcolm Delaney en plena emergencia sanitaria ha terminado por disipar las dudas existentes respecto al hombre fuerte del Barça en la dirección.

De hecho, el magiar siempre suele comparecer como titular en el cinco titular. En el primer partido de la fase final ante el Joventut se vio oxigenado por Pangos y el joven Leandro Bolmaro, mientras que fue Heurtel -dado de alta para el segundo choque ante el Unicaja- quien le permitió descansar el pasado viernes. Toda una declaración de sus intenciones por parte de Pesic, consciente de que Hanga es capaz de colocar el listón físico en unos niveles insoportables para el base rival.

Con una envergadura colosal para echar el aliento en la nuca a quien se proponga y unas piernas privilegiadas para el desplazamiento lateral, la incandescente defensa del Barcelona tiene su origen en la sobresaliente capacidad atlética del exbaskonista, cuyo duelo de hoy con Pierra Henry promete deparar emociones fuertes en la Fuente de San Luis.

El puesto de uno le resulta familiar a Hanga, que con su selección magiar ya desempeñó dicho rol en algún encuentro internacional. Sin embargo, no ha sido hasta esta temporada cuando, debido a las lesiones de compañeros, ha debido asumir las riendas de un equipo dotado de un envidiable potencial ofensivo. Lógicamente carece de los automatismos y la química con los compañeros que exige un puesto de estas características, aunque su promedio de asistencias puede sorprender a más de uno.

En la ACB ha conseguido dar 3,7 pases de canastas por encuentro, una cifra que en la Euroliga baja a 3,4. Dado la innata habilidad de casi todos los jugadores culés para generarse sus propias canastas, Pesic desea que el húngaro sea su perfecto perro de presa para dificultar sobremanera la subida de balón del equipo rival y que su director no se sienta cómodo a la hora de mover los hilos en el timón.

Este curso promedia cerca de 4 asistencias por duelo entre ACB y Euroliga; Pesic apuesta por él pese a la vuelta de Heurtel y Pangos