- El baloncesto regresó ayer a España después de más de tres meses de parón por la pandemia del coronavirus y lo hizo en un pabellón de la Fonteta de Valencia, sede de la fase final de la Liga Endesa diseñada por la ACB, con un estricto protocolo de seguridad y sin público, lo que permite escuchar los comentarios en vivo de los protagonistas. "Aprieta la bola", "mira el tiempo", "sigue el pase"... Lo mejor de esta vuelta es escuchar cómo se juega a este deporte.

En un pabellón en el que caben más de 8.000 espectadores, apenas 150 personas, jugadores incluidos, pudieron presenciar el duelo entre el Barça y la Penya que reabrió la competición tras cerca de cien días de parón.

"Os echamos mucho de menos", les dijo el speaker a los aficionados ausentes antes de dar paso a las presentaciones de ambas plantillas, en la que videos enviados por seguidores de cada equipo sirvieron para dar entrada a la pista a los jugadores. En el caso del Barça, con camisetas antirracistas con el lema Black Lives Matter.

Después llegó uno de los momentos más emotivos de la jornada, cuando se guardó un minuto de silencio en memoria de todas las víctimas de la pandemia con el sonido en directo de un violinista que ejerció también desde su balcón durante el confinamiento. Las gradas, en las que conviven directivos diseminados, personal de seguridad, sanitario y de la organización y periodistas, se pusieron en pie para honrar su memoria. Desplazados al anillo superior, redactores y fotógrafos tienen sus movimientos restringidos y deben avisar incluso para ir al baño.

En el anillo inferior de las gradas, donde están el personal de la organización y los selectos espectadores VIP, se ha construido una cabina para que los narradores de los partidos no se conviertan en la banda sonora de los mismos. También están en las primeras filas de asientos sus compañeros, que colocan una pértiga de sonido en los tiempos muertos (la misma técnica que en las entrevistas personalizadas) y los miembros de la mesa de anotadores, que ha subido de la cancha y se encuentra protegida con una mampara de una pista en la que no hay túnel de vestuarios. Bajo ese enorme despliegue sanitario de organización regresó ayer miércoles el baloncesto en España y fue el pívot barcelonista Ante Tomic quien tuvo el honor de anotar la primera canasta de la nueva normalidad.