- Si nada se tuerce finalmente, la fase final de la Liga ACB supondrá el punto final a la trayectoria de Tornike Shengelia en el Baskonia. Tras seis temporadas en Vitoria en las que se ha convertido en uno de los mejores jugadores del Viejo Continente, el georgiano se marchará este verano al CSKA de Moscú en busca de la consagración de los títulos que no le han acompañado en su etapa en la capital alavesa. A falta del acuerdo económico entre los clubes para cerrar el traspaso, según informaciones de ayer en Grecia y el prestigioso portal Eurohoops, el ala-pívot firmaría un contrato de tres temporadas con el equipo dirigido por Dimitris Itoudis, que le mantendría como uno de los jugadores mejor pagados de Europa.

Este triángulo no supone novedad alguna en la historia reciente del mercado baskonista, ya que el CSKA lleva tiempo interesado en Shengelia. Los intentos anteriores no cuajaron al plantear el club vitoriano una contrapartida económica que los rusos no quisieron asumir y, ante la potente oferta monetaria, desde los despachos del Buesa Arena se produjo una mejora del contrato del georgiano pocos meses después de su última renovación hasta convertirlo en uno de los jugadores mejor pagados de la historia del club.

La mente de Shengelia siempre ha estado puesta en el regreso a la NBA, pero deseando de antemano disfrutar de los minutos que no tuvo en su anterior etapa. Una cuestión difícil ya de por sí y que este verano ha quedado cerrada por la idea de retrasar el comienzo de la competición norteamericana el próximo curso hasta diciembre, lo que hará imposibilitará los desembarcos desde Europa. En la Euroliga, el Armani Milano se había mostrado muy interesado en hacerse con sus servicios, pero sus movimientos en el mercado le dejan sin margen para acometer una contratación de semejante calibre. Es más, de entre los grandes transatlánticos continentales, el CSKA era ya el único con el músculo suficiente para encarar semejante fichaje entre salario y traspaso.

Si, como parece, este movimiento se acaba contratando, el Baskonia perderá al que ha sido su referente a lo largo de los últimos años y a un jugador que dentro del club se valora especialmente por su compromiso y capacidad de sacrificio, además de su liderazgo. Sustituir su figura, más aún teniendo en cuenta su relevancia en la ACB al ser jugador de formación nacional, va a ser tremendamente complicado, pero su venta va a suponer un alivio de máxima magnitud para las arcas del Buesa Arena. Las cifras de traspaso que se manejan son significativas, pero además se dejará de abonar el salario anual más elevado de la actual plantilla -y con mucha diferencia además- y uno de los más altos de la historia del club. Un margen monetario muy destacado -la masa salarial se va a liberar de manera muy importante al concluir también los contratos de Jayson Granger y Matt Janning- para afrontar una de las reconstrucciones más profundas de la historia baskonista, ya que muy pocos jugadores continuarán en el siguiente proyecto.