vitoria - Se acabó por fin el culebrón que mantenía en vilo al Baskonia y, por ende, a todos sus aficionados. El partido de la máxima exigencia que le enfrentará al Maccabi en el marco de la jornada 29 de la Euroliga tendrá lugar finalmente en el escenario y el horario estipulados en un principio. El Menora Mivtachim Arena de Tel Aviv, anteriormente la mítica Mano de Elías, acogerá su celebración a partir de las 20.05 horas.

El club israelí, acuciado por la necesidad de obtener una victoria que le permita seguir aspirando a la valiosa cuarta plaza de la fase regular, ha conseguido evitar el exilio a otro país. Su propósito de que el partido se celebre en Israel, eso sí en unas condiciones todavía por determinar, se hace realidad después de que las negociaciones mantenidas con el Ministerio de Salud de su país hayan dado sus frutos.

El Gobierno hebreo había impuesto días atrás una cuarenta de 14 días para los viajeros procedentes de diversos países europeos, entre ellos España, pero con el Baskonia efectuará este jueves una excepción. Se trata de una clara demostración de la fuerza y del peso del Maccabi en las más altas instancias de su país. Su imperioso estado de necesidad en la Euroliga tras la derrota de la semana pasada ante el Estrella Roja y el hecho de que se esté jugando a cara de perro con el CSKA la ventaja de campo de cara a los cruces se encuentran detrás de la determinación de no llevar la visita del Baskonia a un país neutral. Se había especulado con Serbia, Chipre y Grecia como posibles sedes del encuentro, pero este tendrá lugar en Tel Aviv en una pista donde únicamente el Real Madrid ha sido capaz de ganar en la presente edición continental.

Desde que mañana pise suelo israelí, la expedición azulgrana vivirá en una especie de burbuja y permanecerá aislada. Nadie podrá tener contacto con jugadores, técnicos ni directivos más allá de los que impliquen el cumplimiento de los trámites imprescindibles para la estancia del equipo en una ciudad conocida por sus férreos controles de seguridad en aeropuertos y lugares más emblemáticos.

con o sin público Es decir, la incomodidad será evidente para un Baskonia que, como en cualquier otro desplazamiento, necesitará salir del hotel donde se hospede con el fin de hacer un entrenamiento en la previa del partido y también una sesión de tiro el mismo jueves. Siempre es una obligación familiarizarse con los aros de una cancha donde buscará una victoria decisiva en pos del pasaporte hacia el Top 8, un objetivo que persigue en dura pugna con otros ocho equipos a falta de seis jornadas para el cierre de la fase regular.

La otra gran incógnita que asalta en estos momentos es si las autoridades locales permitirán la entrada de aficionados del Maccabi al Menora Mivtachim Arena o, por el contrario, el duelo se celebrará a puerta cerrada. Todo hace indicar que podría repetirse lo sucedido en el último partido del Maccabi en casa ante el Anadolu Efes. Alrededor de 5.000 fieles al gigante israelí se congregaron hace dos semanas en el templo del laureado club amarillo, cuyo aforo asciende a 11.000 butacas.

Al igual que sucede en otros lugares, el Gobierno israelí ha prohibido que más de 5.000 personas se reúnan en un recinto deportivo. Sin embargo, esta restricción se vio incumplida el domingo en Jerusalén en el choque en la cumbre correspondiente a la WinnerLeague entre el Maccabi y el Hapoel, saldado con derrota del rival baskonista por un claro 98-87. Unos 8.300 seguidores se dieron cita en el Jerusalem Arena, por lo que no puede descartarse la hipótesis de que el Menora Mivtachim Arena registre cerca de un lleno.