vitoria - El Baskonia quiere poner hoy ante el Tenerife la guinda perfecta a una semana extenuante en el plano físico y mental. No le sobran las fuerzas tras el monumental desgaste para remontar un partido que estaba perdido ante el Alba Berlin a falta de once minutos y puede que Ivanovic no recupere a ninguno de sus lesionados (Dragic y Shields), pero el conjunto vitoriano está obligado a hacer otro titánico esfuerzo para domar al Tenerife, autor de una temporada excelente y que aterriza en el Buesa Arena con la pareja más mortífera de la presente ACB.

Y es que la temible sociedad que conforman Marcelinho Huertas y Giorgi Shermadini con su célebre bloqueo y continuación volverá a poner a prueba la solidez de un Baskonia que está sacando adelante los últimos compromisos a base de un sufrimiento extremo. No le queda otro remedio a un grupo sin grandes dosis de talento y obligado a ponerse el buzo en cada jornada para esconder sus limitaciones. Aprovechando un tramo más amable del calendario, la tropa azulgrana viene de encadenar cuatro victorias consecutivas. Se trata de un hecho insólito en un curso donde las alegrías estaban llegando con cuentagotas.

Desde el aterrizaje de Ivanovic, se agradece al menos este espíritu de lucha y que los jugadores no bajen los brazos. Tan solo a base de carácter , casta y fe se entiende la remontada ante el Alba que mantiene vivas las constantes vitales en la Euroliga.

Pese a que todas las miradas están concentradas en este instante en la máxima competición, el Baskonia no puede descuidar una ACB en la que debe mantener esta interesante cadencia de triunfos con el fin de escalar el mayor número de posiciones y evitar a Real Madrid y Barcelona en el primer cruce del play off.

La vuelta de Marcelinho, autor de una temporada excepcional a las órdenes de Vidorreta, pone todo el picante en la visita del cuadro chicharrero, que recientemente ha sufrido un duro golpe con la grave lesión de Santi Yusta y ha reclutado en su lugar a Dino Radoncic. Al veterano paulista cerca ya de cumplir las 37 primaveras, se le está echando mucho de menos en Vitoria debido a su magistral capacidad para sacar ventajas y alimentar a sus compañeros. De su primorosa lectura del juego se está aprovechando un Shermadini letal bajo los tableros. Sin el exbaskonista sirviéndole balones en bandeja, seguro que el georgiano no estaría promediando la friolera de 18,4 puntos. En definitiva, una pareja de cuidado que amenaza con frenar los progresos azulgranas.