vitoria - Para los aficionados baskonistas menos entrados en canas o aquellos que dispongan de una memoria hasta cierto punto frágil, puede que su nombre resulte desconocido y no le diga mucho. Sin embargo, Paco García, el técnico al que acaba de encomendarse el Fuenlabrada en lugar de Jota Cuspinera en busca de la salvación, se mantiene como una pieza importante del imparable crecimiento experimentado por el club azulgrana desde la década de los 90. Eso sí, siempre en la sombra y con el ingrato papel de asistente de dos carismáticas figuras sin las cuales no se entiende lo que hoy en día es la entidad de Zurbano.

Con más de tres décadas de experiencia en los banquillos que ha simultaneado con sus colaboraciones en los medios de comunicación, el vallisoletano se convirtió durante cuatro campañas en la mano derecha primero de Herb Brown y más tarde Manel Comas, sin obviar también aquellos meses con Iñaki Iriarte en la temporada 1992-93 tras la fulminante destitución del estadounidense. Pues bien, casi 14 años después de su último enfrentamiento cuando por entonces llevaba las riendas del Fórum Valladolid, Paco García se reencuentra esta noche con el Baskonia en el vetusto pabellón Fernando Martín, el lugar donde pretende dejar su sello librando al Fuenlabrada de la quema del descenso.

Mientras el Baskonia de Josean Querejeta se ha consolidado durante todo este tiempo entre los grandes del Viejo Continente, quien fuera su trabajador no lo ha tenido nada fácil. De hecho, se ha visto obligado a bajar algún peldaño de categoría o vivir experiencias de lo más exóticas fuera de España con tal de seguir dando rienda suelta a su pasión por el baloncesto. Concretamente, la de aleccionar a los jugadores desde la banda, un objetivo al que se entrega en cuerpo y alma viralizándolo incluso en su blog personal.

En Vitoria, por ejemplo, García fue partícipe del primer gran éxito del Baskonia en toda su historia que supuso el preludio de su época más dorada: la Copa del Rey alzada en Granada en 1995. En cambio, la gloria se le escapó de las manos en las dos finales de la antigua Recopa de 1994 y 1995 ante el Olimpia Liubliana y la Benetton en Lausana y Estambul, respectivamente. Fue tras aquella segunda decepción vivida ante los transalpinos cuando García decidió abandonar la capital alavesa y volar en solitario.

conocer mundo La profesión de entrenador es una de las más ingratas. No hay excesivos huecos para todos en la primera línea, de ahí que a este vallisoletano de 52 años nunca se le hayan caído los anillos por dirigir en categorías inferiores y probar fortuna como seleccionador de la República de Centroáfrica -avalado por Anicet Lavodrama en 2011- o como técnico del Mogi das Cruzes Basquete, un equipo brasileño ubicado a 30 kilómetros de Sao Paulo al que ayudó a consolidarse en su país entre los años 2012 y 2016.

García atesora una dilatada trayectoria en la ACB habiendo dirigido más de 200 encuentros a varios equipos: el Valladolid en dos etapas distintas (1996-97 y 2005-07), otras tres al Breogán de Lugo (1999-2002) y también al Tenerife (2003-04) y Lleida (2004-05). Además, en la segunda categoría del baloncesto español, la LEB Oro, ha permanecido al frente del Murcia, Breogán, Tenerife, Ourense y Valladolid, así como el Burgos, Archena y Palencia de Liga EBA. También ha sido reclamado por la selección española, con la que fue campeón de los Juegos del Mediterráneo en 1997 en Bari y a la que condujo hacia el bronce en el Europeo sub’20 de Orhid en 2000.

De momento, García ha entrado con buen pie en el sur de Madrid. Su primer partido al frente del Fuenlabrada fue suspendido mediado el tercer cuarto cuando el rival baskonista de hoy se imponía momentáneamente por 41-36 al Gran Canaria. Una semana más tarde, su equipo arrancó una victoria de oro en el Olímpico de Badalona ante el Joventut gracias a una canasta final de Richotti (79-81). Su objetivo entre ceja y ceja no es otro que dejar atrás en las trece jornadas ligueras restantes al Murcia, Real Betis y Estudiantes, con el que comparte plaza de farolillo rojo en la ingrata lucha por la supervivencia liguera.

temporadas en vitoria

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Entre 1991 y 1993 trabajó con Herb Brown e Iñaki Iriarte; también estuvo a la sombra de Manel Comas (93-95).