Vitoria - La temporada del Kirolbet Baskonia se ha convertido hasta el momento en una sucesión casi continua de contratiempos y decepciones en la que la escuadra vitoriana ha sido incapaz de encontrar una mínima regularidad positiva en sus actuaciones. Las contadas ocasiones en las que ha podido acercarse a su mejor versión y parecía que comenzaba a sacar la cabeza del pozo, siempre se ha encontrado con un nuevo varapalo que le ha devuelto a su lugar de origen. El último, el recibido la pasada semana en el Buesa Arena tras caer con claridad ante el Zalgiris en el duelo que todavía podía mantenerle abierta a la pelea por el acceso al Top 8.

No fue posible sacar adelante esa contienda y ahora se les plantea un escenario bien diferente a los de Dusko Ivanovic del que, sin embargo, podrían sacar una vertiente positiva. Y es que con la continuidad en la Euroliga ya prácticamente descartada a estas alturas, el objetivo azulgrana debe ser avanzar a la máxima velocidad posible en su progresiva puesta a punto para tratar de afrontar el tramo final del curso -con la ACB como principal punto de referencia ya- en las mejores condiciones.

Un propósito para el que el Baskonia puede contar con un inesperado aliado. Porque el siempre caprichoso azar ha deparado un calendario teóricamente propicio para los gasteiztarras en las próximas semanas. De esta manera con la visita que este jueves rendirá el Estrella Roja al Buesa Arena se dará inicio a una serie de cuatro compromisos consecutivos contra adversarios a priori asequibles. Aunque es cierto que la clasificación del torneo continental refleja que el combinado serbio se encuentra en la actualidad por delante del Kirolbet al haber sumado una victoria más, un repaso a las plantillas de ambos contendientes es suficiente para comprobar que, en pura teoría, la balanza debería decantarse del lado vitoriano.

Tras este choque, regresará la competición en la ACB, parada las dos últimas semanas por la disputa de los compromisos de las selecciones internacionales. Ahí, el plantel de Ivanovic visitará el sábado al Montakit Fuenlabrada. Una pista tradicionalmente complicada pero que este ejercicio ha perdido buena parte de su dificultad al ser el cuadro madrileño el penúltimo clasificado de la tabla con únicamente cinco triunfos en su haber.

Tras este paréntesis doméstico, el Baskonia retomará la Euroliga la próxima semana con una nueva doble jornada. Una dupla de enfrentamientos con marcado acento alemán. Porque el miércoles 4 de marzo visitará el feudo del Bayern de Munich, colista con siete victorias, y dos días más tarde recibirá en el Buesa al debutante Alba Berlín de Aíto García Reneses, empatado a nueve triunfos con el equipo alavés.

Se pondrá punto final así a un póquer de partidos contra adversarios de inferior nivel que la escuadra gasteiztarra debería aprovechar para ir recuperando su juego y rellenando el depósito de la confianza, al límite de la reserva en estos momentos. Si es capaz de sacar las cuatro victorias en estas citas sin duda daría un paso importante hacia este doble objetivo y estaría en condiciones de afrontar en mejores garantías los siguientes envites frente a contendientes ya de la primera fila.

Otro factor que a priori juega también a favor de los intereses azulgranas es que como consecuencia de la ausencia de la Copa del Rey y la ventana Fiba, Dusko Ivanovic ha dispuesto de bastante más tiempo del habitual para poder entrenar. A eso se le suma la recuperación de Henry, que ya reaparición ante el Zalgiris, y la ausencia de lesiones más allá de las ya conocidas de larga duración. Es decir que el técnico tiene a su disposición ya todo el grupo con el que cuenta y solo queda el último paso, que no es otro que extraerle todo su jugo.