vitoria - Detrás de un jugador de élite, siempre puede haber una historia de superación digna de elogio. Alcanzar la cúspide conlleva a menudo unos enormes sacrificios que el aficionado a la canasta desconoce. Thomas Walkup, la prolongación de Sarunas Jasikevicius sobre la cancha tras aterrizar en tierras bálticas en el verano de 2018 como el relevo de Vasilije Micic, forma parte de esa reducida estirpe de luchadores capaz de derribar cualquier muro a base de cabezazos. En su caso, el infortunio le sobrevino demasiado pronto cuando siendo un adolescente trataba de labrarse un interesante porvenir en el juego de la canasta en medio de una competencia feroz.

El base-escolta del Zalgiris, renovado en mitad de esta misma temporada por los dirigentes de su club hasta junio de 2021 para evitar los cantos de sirena procedentes de los grandes transatlánticos, está asentado en la gélida Kaunas como uno de los jugadores más sólidos y cerebrales de la Euroliga. Y ello tras superar tres graves lesiones que pudieron desbaratar una carrera sumergida hoy en día en su punto álgido. Todas sufridas antes de alcanzar la mayoría de edad y en un tramo donde compaginaba los estudios con su fervor por el baloncesto.

Dos roturas del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda durante su periplo en la High School de Texas, separadas tan solo seis meses una de la otra, y una posterior fractura de Jones -una lesión en la parte exterior del pie- que le obligó a pasar por el quirófano y perderse su primer año en la universidad pusieron a prueba la fortaleza mental de una de las grandes amenazas del Baskonia en la búsqueda hoy de su décima victoria en la máxima competición.

Como no podía ser de otra forma, a Walkup le costó su debido tiempo recuperar la explosividad de antaño y sentir nuevamente las sensaciones típicas cualquier jugador. Sin embargo, un riguroso proceso de recuperación y la ambición por seguir los pasos de uno de sus hermanos -Nathan, también baloncestista universitario en Texas- le ayudaron a encontrar las fuerzas necesarias para salir hacia adelante.

Dado que dichos contratiempos le alejaron del radar de un buen número de ojeadores, tan solo dos universidades llamaron a su puerta para ofrecerle una beca y hacer realidad el objetivo de competir algún día en la NCAA. El base nacido en Pasadena (Texas) descartó su marcha a Houston y optó por enrolarse en los Lumberjacks de la Stephen F. Austin State. Allí comenzó a sentar las bases de su crecimiento.

sin hueco en la nba Apodado por sus compañeros La serpiente, Walkup fue nombrado en dos ocasiones (2015 y 2016) Jugador del Año en la Conferencia de Southland gracias a sus notables actuaciones. Pese a su 1,93 metros de altura, su asombrosa capacidad para capturar infinidad de rebotes y hacer dobles figuras llamaba la atención de los entrenadores. En aquella época, además, era un jugador mediático no solo por sus canastas sino también por su aspecto físico. No en vano, levantaba pasiones entre los aficionados debido a su negativa a afeitarse esa barba que comenzó a crecer a la par que el equipo de su universidad encadenaba una pletórica racha de 27 victorias consecutivas.

Las puertas de la NBA casi nunca estuvieron abiertas para el actual base del Zalgiris tras no ser escogido por ninguna franquicia en el draft de 2016. Antes de su llegada al Viejo Continente, concretamente a las filas del MHP Riesen Ludwigsburg alemán -con el que alcanzó un sorprendente pasaporte para las semifinales ligueras-, militó una temporada en el filial de los Chicago Bulls de la Liga de Desarrollo norteamericana.

Con el veterano Lukas Lekavicius cubriéndole las espaldas en la dirección de juego báltica, Walkup se ha convertido a sus 27 años en uno de los valores más fiables del pujante Zalgiris. Sus promedios de 9,8 puntos, 3,8 rebotes y 5,2 asistencias denotan su facilidad para llenar todos los apartados de la estadística.

"La adversidad me convirtió en una persona fuerte, me hizo más luchador y me dio la capacidad de perseverar. Soy realmente feliz de que lo que he pasado me haya llevado a donde estoy", desveló recientemente el estadounidense, huérfano del glamur de otros deslumbrantes directores con el aro entre ceja y ceja pero que siempre brinda una notable estabilidad en los dos lados de la cancha. Más de un entendido en la materia cree que será el próximo jugador en revalorizarse en Kaunas y hacer las maletas con destino a un conjunto de miras más ambiciosas que el Zalgiris.

los datos

Segundo año en Kaunas. El Zalgiris le contrató en verano de 2018 para cubrir la marcha de Micic al Anadolu Efes. En vista de su gran rendimiento, hace meses fue renovado hasta junio de 2021.

Tres graves lesiones. A los pocos meses de dejar atrás la rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda en la High School de Texas, volvió a sufrir el mismo percance. Más tarde, también sería intervenido quirúrgicamente de la fractura de Jones.

valoración

12,9

Es el jugador con mejores números del Zalgiris, donde promedia unos notables 9,8 puntos, 3,8 rebotes y 5,2 asistencias siendo la prolongación en pista de Sarunas Jasikevicius.