Vitoria - Ante el desolador panorama que se cernía sobre la dirección de juego con sus tres efectivos fuera de combate y la insuficiente presencia de Sergi García, el Baskonia ha movido por fin ficha. Y lo ha hecho rematando los últimos flecos para el desembarco de Semaj Christon, un base de 27 años y 1,91 metros que brindará oxígeno a un puesto maldito desde el arranque de la temporada. La entidad azulgrana concretó este pasado fin de semana los términos finales del traspaso con el Limoges, al que ha abonado alrededor de 70.000 euros con el fin de liberarle de su contrato en Francia y de que pase desde ya mismo a disposición de Dusko Ivanovic. Ayer pasó los pertinentes reconocimientos médicos y debutará este jueves en El Pireo ante el Olympiacos en una nueva jornada de Euroliga.

Christon ha sido una de las sensaciones de esta campaña en la Pro A gala, donde era el mejor pasador y el séptimo anotador. Sus notables actuaciones en la Eurocopa también habían despertado el interés del Baskonia. El hecho de que su histórico club de procedencia quedara eliminado a las primeras de cambio en la primera fase ha alimentado su ambición por recalar en un lugar de campanillas como ahora Vitoria. El AEK le tuvo semanas atrás en su punto de mira antes de decantarse por Nikos Zisis, pero han sido las alarmantes carencias en el timón azulgrana lo que ha posibilitado finalmente su desembarco en la capital alavesa.

La reciente trayectoria de Christon en el Limoges deja entrever un base con muchos puntos en las manos pero también con capacidad para hacer mejores a sus compañeros merced a un generoso número de asistencias por partido. En tierras galas, eso sí, ha resultado bastante llamativa su mano de madera desde el triple con poco más de un 30% de acierto. Su promedio de pérdidas ha sido de 2,3 en la Eurocopa y algo más de 3 en la liga francesa, donde su exigencia obviamente no era ni por asomo parecida a lo que se encontrará a partir de ahora en la Euroliga y la Liga ACB.

"Es un base completo y de alto nivel", analiza para DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Alfred Julbe, el técnico que le dirigió en los albores de esta temporada en el Limoges antes de su despido a mediados de diciembre del año pasado debido a los malos resultados cosechados por quien fuera campeón de Europa en 1993. "Estaba en la parte alta de lo que sería un jugador destacado en la Eurocopa y alguien que consigue brillar aquí ya se encuentra en la rampa de salida hacia la Euroliga. Al no lucir como colectivo y como le faltaban victorias, le ha costado algo más mostrarse como un base importante", añade.

Buena ética de trabajo A la hora de profundizar en sus virtudes, Julbe alaba el equilibrio perfecto entre su vertiente como un anotador compulsivo y su certera visión de juego. "Combina las dos cosas, como tantos chicos que se van haciendo bases con el paso del tiempo. Semaj tiene en la cabeza a sus compañeros, pero también posee un explosivo uno contra uno que intenta aprovechar. Es muy capaz individualmente de dirigir y sabe terminar de muchas maneras diferentes. No duda en alimentar a sus compañeros y conoce tanto sus ventajas como sus capacidades", explica uno de los entrenadores más longevos del baloncesto español, quien también pone de relieve su sacrificio atrás. "Defensivamente tuvo en su día una mentalidad más americana de dejarse llevar, pero poco a poco ha ido haciendo este proceso de adaptación a todo lo que se efectúa en Europa, sobre todo en el pick and roll. En este sentido, se ha esforzado al máximo para vislumbrar sus posibilidades en Europa", ensalza.

Julbe ya ha mantenido un contacto telefónico con el propio Dusko Ivanovic para ahondar en el conocimiento de la personalidad de Christon, un base a su juicio con "una buena ética de trabajo" y al que la extrema exigencia del preparador montenegrino no le pillará desprevenido. "Semaj es trabajador y ya está avisado para ir a dar el máximo. Como muchos jugadores que están en la frontera de la NBA, hasta los 25 ó 26 años su primer sueño ha sido hacer todo lo posible para llegar allí. Con el paso del tiempo, sin embargo, ha ido pensando en las buenas oportunidades en Europa, que están claramente en la Euroliga. Ese proceso ya lo ha completado y trabajará a tope para adaptarse a Dusko y la ciudad", enfatiza el barcelonés.

Si hay una asignatura pendiente en la que Christon no ofrece las máximas garantías, esa no es otra que la fiabilidad de su muñeca en los lanzamientos abiertos. "Como tantos jugadores capaces en el uno contra uno, el tiro de larga distancia sería lo que no tiene a tan alto nivel. Puede hacerlo, pero sería lo menos destacado de él", avisa Julbe. En cualquier caso, se trata de "un buen fichaje" que estaba predestinado a dar con sus huesos en un club puntero. De hecho, el catalán reconoce que la primera llamada del Baskonia para interesarse por su situación llegó muchos meses atrás cuando él todavía dirigía al Limoges. "Ya se lo habían planteado tiempo atrás. Han estado encima de él, al igual que otros clubes de Euroliga y de la ACB. Semaj destacó mucho a nivel individual en Francia, pero sufrió una lesión muscular que generó dudas. Con el ansia de ganar partidos, digamos que le exprimí más de la cuenta a él y a un par de jugadores más. Eso bloqueó un poco que los equipos que le tenían en su punto de mira se lanzaran definitivamente a por él. Desaparecido ese pequeño interrogante y en buen estado físico, se marcha a Vitoria. Podía haber ido al AEK o a cualquier otro sitio de buen nivel", defiende Julbe.