Vitoria - Para un equipo que acumula una paliza encima de otra y que se encuentra en su peor momento anímico de los últimos años, encarar el duelo ante el equipo que reúne en estos momentos la mejor colección de jugadores de toda la Euroliga, el Barcelona de Svetislav Pesic, supone ponerse a las puertas de lo peor de nuevo. Por lo mostrado por unos y otros a lo largo de las últimas semanas, entre poco y nada tendría que hacer el Kirolbet Baskonia ante el conjunto culé. Salvarse de una nueva derrota por cifras escandalosas podría suponerse ya todo un éxito. Pero como las rachas, sobre todo las malas, está para romperlas, el cuadro azulgrana pretende agarrarse a dos elementos legendarios en su historia que han de servir de acicate para ese obligado golpe de timón que se precisa para no echar toda la temporada por la borda a las primeras de cambio. Por una parte, la magia del Buesa Arena de las grandes ocasiones; por la otra, el influjo de una figura mítica como Dusko Ivanovic, que regresa a casa con el único objetivo de enderezar el rumbo de una nave miserablemente hundida.
Que reflotar este barco no va a resultar para nada sencillo ya lo ha podido comprobar de primera mano el técnico montenegrino en los dos primeros partidos que ha dirigido. Buenos arranque en Berlín y Zaragoza que concluyeron con sendos hundimientos estrepitosos que hablan bien a las claras del nivel tanto de juego como de ánimo que arrastra en estos momentos un Baskonia que necesita imperiosamente un cambio de dinámica. Ciertamente, el Barcelona es el rival más inapropiado para conseguirlo, pero no menos cierto es que una victoria esta noche supondría un espaldarazo para los intereses vitorianos.
Más allá de ese rearme moral, la victoria es indispensable para mantener viva la llama de la esperanza de cara a la clasificación para los cuartos de final de la Euroliga, el objetivo que el club se marca cada año al arranque de la temporada. Hoy se cierra una primera vuelta en la que el balance, en todo caso, va a ser negativo merced a las seis victorias y diez derrotas que refleja el casillero azulgrana. Por eso, engrosar la casilla de los triunfos esta noche se antoja como fundamental -más aún cuando ya se han cedido tres partidos en el Buesa Arena, frente a Maccabi, Efes y Real Madrid- para que las opciones de clasificación sigan vigentes de cara al segundo giro al calendario, que, de lo contrario, seguramente sería un transitar hacia ninguna parte.