Vitoria - El estreno de Josep Maria Berrocal al frente del banquillo baskonistas tuvo pinceladas distintas a la versión que anteriormente se veía con Velimir Perasovic, pero de nuevo la gestión desde el banquillo y dentro de la propia cancha fue deficiente en unos últimos minutos en los que el Kirolbet echó por tierra un trabajo aseado durante todo el partido para dejar escapar la victoria, y muchas de sus opciones de clasificarse para la Copa del Rey, justo cuando parecía que mejor estaba. A algo más de siete minutos del final, por dos ataques consecutivos situaba Shavon Shields una renta favorable de siete puntos. A partir de ahí, el suelo se abrió, una vez más, bajo los pies de los jugadores azulgranas, engullidos por sus propias imprecisiones y que durante prácticamente durante los cinco minutos siguientes solo fueron capaces de encontrar el camino hacia el aro mediante un solitario tiro libre anotado por Tornike Shengelia, lo que aprovechó el San Pablo Burgos para darle la vuelta al marcador con un parcial 1-11 que le concedió una pequeña renta (67-70) que manejó a la perfección en las últimas posesiones para acabar llevándose la victoria con algunas canastas de mucho mérito que se sujetó al partido con cinco puntos consecutivos de Ilimane Diop -con un triple a tablero incluido- que fueron insuficientes para mitigar el acierto visitante.

Hasta ese momento, al liderazgo habitual del capitán se habían sumado Nik Stauskas y Shavon Shields, muy beneficiados por la sucesión de bloqueos indirectos que liberaban a los exteriores y les permitían recibir el balón con ventajas. El canadiense fue el elegido por Berrocal para ejercer de faro del equipo con veinte puntos y grandes porcentajes de acierto que acompañó con tres asistencias. Tras un tercer cuarto imperial, el escolta se fue a descansar y en el último cuarto su incidencia fue nula. Tanto que ni recibió balones cuando estuvo sobre la cancha -la dirección en cancha y banquillo fue pésima al final-, yéndose de manera inexplicable al banquillo cuando el partido se estaba perdiendo y podía aportar soluciones a un ataque en la que de nuevo todo fueron balones a Shengelia. Lo mismo que Shields, irrelevante al final tras anotar cinco puntos consecutivos. - B. Mallo