Vitoria - El Baskonia se ha metido de lleno en un círculo vicioso que pretende abandonar cuanto antes para no seguir alimentando las dudas que ha generado en una serie de cuatro derrotas consecutivas que han venido acompañadas de muy malas sensaciones. Y es que si la derrota tiene que estar obligatoriamente dentro del diccionario que maneja un vestuario, cuando se encadenan varias en un espacio de tiempo muy corto todo comienza a ponerse en duda. Y en ese momento de incertidumbre se encuentra ahora el equipo vitoriano, que cayó en un pozo tras el descanso del partido contra el Unicaja y a partir de ese momento se olvidó de la fórmula que le había llevado a ser un equipo competitivo y ganador en los albores de la nueva temporada. Dicha tarde se echó por la borda un partido que estaba perfectamente controlado, en Euroliga se ha perdido la oportunidad de sumar en canchas complicadas como las de Khimki y Fernarbahce, mientras que las peores sensaciones se cosecharon en el derbi de Bilbao del pasado domingo, que supuso un verdadero sopapo para un equipo que estar tarde pretende recuperar una dosis de confianza ante el Coosur Real Betis.
El equipo de Velimir Perasovic parte de nuevo con la desventaja de no haber contado apenas con espacio para la preparación de este partido tras el viaje de regreso de Estambul, pero este club ya ha evidenciado en sus muchas versiones precedentes que ese obstáculo no resulta para nada insalvable. Además, en esta ocasión se ha ganado un día más de descanso y trabajo, ya que el duelo con la huestes de Zeljko Obradovic se disputó el pasado jueves.
La dureza de un rival como el Betis no es la máxima que el conjunto azulgrana se va a encontrar a lo largo de la temporada, pero para evitar males aún mayores encontrar la identidad como equipo es un factor determinante. Jugar como un colectivo y no como una suma desordenada de individualidades en el ataque y recuperar la sólida versión defensiva que se vio en los primeros partidos del curso son los dos apartados en los que la mejoría es cuestión obligatoria. Y no solo pensando en el compromiso de esta tarde, sino ya a futuro.
La victoria, a ser posible con buenas sensaciones, es fundamental para no poner en riesgo la primera meta volante de la temporada, la clasificación para la Copa de Málaga. Cierto es que hay margen de reacción, pero ya algo más limitado por los fallos cometidos. Por ello, el Baskonia precisa una reacción hoy en todos sus frentes.