vitoria - Ni la caldera del Ulker Sports Arena ni el Fenerbahce se perfilan como el lugar y el rival ideales en busca de la ansiada reacción, pero el Baskonia está obligado hoy a intentar una proeza en Estambul. El equipo vitoriano, que ha sufrido cuatro derrotas en los seis primeros partidos oficiales de la temporada, cierra hoy en la capital turca un maquiavélico tramo del calendario donde ha debido afrontar tres salidas consecutivas en la Euroliga.
De momento, el botín es positivo tras el triunfo en la jornada inaugural en Kaunas, pero el Kirolbet no desea poner límite a su ambición. En caso de hacer saltar la banca en la guarida de uno de los gallitos de la competición, las perspectivas para situarse en una buena posición en la tabla serían ciertamente inmejorables. El principal problema radica en el evidente estado de necesidad de un anfitrión turco con unas urgencias inesperadas tras haber perdido sus dos primeros compromisos en Madrid y Belgrado.
Porque aguarda un Fenerbahce con el cuchillo en la boca que, en contra de lo esperado por la cátedra, es uno de los cinco equipos que todavía no ha inaugurado su casillero de triunfos. El combinado turco vuelve a ser una temporada más uno de los candidatos más sólidos al reinado continental, aunque su arranque no ha sido ni mucho menos el que dictaba la lógica.
Con el segundo peor bagaje ofensivo de toda la Euroliga -promedia únicamente 66,5 puntos tras verse secado la semana pasada su ataque por la asfixiante defensa del Estrella Roja, los de Zeljko Obradovic no están ahora mismo para tirar cohetes ni exhibiciones mayúsculas. La competición acaba de vivir su pistoletazo de salida y cualquier equipo tiene margen suficiente para enderezar el rumbo, pero nadie imagina un Fenerbahce fuera de puestos del Top 8 durante muchas jornadas más.
El rival es de alta alcurnia y además ostenta la vitola de bestia negras en la reciente historia azulgrana, pero bien haría el Baskonia en mirarse su propio ombligo y tratar de firmar progresos en muchas facetas del juego donde se está mostrando vulnerable. La ausencia de ideas en ataque posicional o ante un planteamiento zonal del entrenador rival, los problemas en el cierre del rebote defensivo y el discreto acierto en el tiro exterior constituyen las principales asignaturas pendientes. Todo ello sin obviar que los percances físicos en la dirección también están mermando la rotación y dificultando la labor a Perasovic.
pendientes de vildoza El estado físico del base argentino, que ha participado con normalidad en los últimos entrenamientos, condiciona el planteamiento del croata, que ha viajado a Estambul con trece jugadores y tres bases para cubrirse las espaldas. Lautaro López integró el martes la expedición, aunque posee todos los boletos para ser el hombre sacrificado antes del salto inicial.
La reaparición de Vildoza se antoja fundamental con el fin de dar algo de aire a un Pierria Henry que frente al Bilbao Basket se metió entre pecho y espalda la friolera de 35 minutos. Como sospechaban los más pesimistas, el experimento de Matt Janning como escudero del americano en la dirección no salió bien. Por tanto, disponer de dos bases en perfecto estado físico sería una inyección de confianza para un Baskonia que necesitará una buena lectura de juego ante una defensa tan física como la otomana.
Pese a su titubeante arranque, el Fenerbahce vuelve a ser ese oponente temible de campañas precedentes. Al igual que le sucede al club vitoriano, también ha sufrido este verano la voracidad de la NBA al arrebatarle de un plumazo a Marko Guduric y Nicolo Melli. Sin embargo, su gran talonario le ha permitado hacerse con los servicios de dos jugadores muy cotizados (Nando De Colo y Derrick Williams). Sus otras caras nuevas son el base francés Leo Westermann y Vladimir Stimac, si bien el balcánico ha aterrizado con un contrato temporal bajo el brazo para cubrir la baja de larga duración de Joffrey Lauvergne y los problemas físicos de Jan Vesely.
Esta envenenada salida será el preludio de un calendario algo más amable dentro de la extrema dificultad. Dos de las tres próximas jornadas tendrán lugar por fin en el Buesa Arena ante el Olympiacos y el Bayern. Entre medias, el Baskonia aterrizará en la cancha de un Asvel galo que, si bien ya ha sorprendido a los dos griegos al calor de su afición, carece teóricamente del prestigio y opulencia de otros adversarios.