Vitoria - Ioannis Bourousis se dejó querer por el Baskonia al comienzo de este mercado estival una vez confirmó que su periplo en China había llegado a su fin tras el cambio en la normativa de la CBA que permite despedir a los jugadores extranjeros cada dos meses. El club azulgrana no recogió ese guante y desistió de repatriarle, pero el nombre del pívot griego vuelve a sobrevolar estos días las oficinas de Zurbano. Lo hace, eso sí, exclusivamente como una opción de negocio para sus arcas.

Cabe recordar que el Baskonia sigue conservando desde el verano de 2016 los derechos de Bourousis para la ACB. Tras completar una temporada inolvidable en el plano personal que fue determinante para la consecución del billete de los alaveses hacia su quinta Final a Cuatro de la historia, celebrada aquel año en Berlín, Josean Querejeta trató sin éxito de prolongar su vinculación.

Al término de aquel ejercicio y una vez cerrada la puerta de la NBA, Bourousis optó finalmente por volver a casa tras aceptar una propuesta del Panathinaikos por dos años. El único consuelo para el máximo dirigente azulgrana es que se quedó con sus derechos en la ACB por si algún día decidía retornar a España.

Pues bien, ese momento ha llegado en la carrera de este trotamundos que en noviembre de este año cumplirá 36 años. Bourousis tiene cerrado ya un acuerdo con el Gran Canaria, donde su gran valedor es un compatriota como Fotis Katsikaris. Sucede que antes de hacer oficial su llegada, e club insular debe presentar una oferta cualificada por él ante la ACB. Una vez completado este trámite, algo que podría suceder en cualquier momento del verano dado que fue incluido en el derecho de tanteo hace tres años, el Baskonia dispondría de cinco días para igualar la propuesta amarilla.

el riesgo de igualar Es evidente que el gigante nacido en Karditsa ya no interesa ni un ápice en las oficinas de Zurbano a nivel deportivo pero sí como un foco de posibles ingresos. De ahí que la entidad alavesa se encuentre ahora mismo en una encrucijada. Por un lado, se encuentra en su derecho de exigir una contraprestación económica a cambio de prescindir de sus derechos. Sin embargo, también corre el serio riesgo de comerse al veterano heleno si Bourousis no acepta más tarde otra oferta procedente de fuera de España. En este sentido, cabe recordar que Velimir Perasovic ya dispone de tres cincos en nómina como Micheal Eric, Youssoupha Fall e Ilimane Diop. Es decir, no hay hueco para nadie más.

A Josean Querejeta no le ha temblado el pulso años atrás a la hora de jugar con fuego en este sentido. Una prueba de ello fue lo sucedido al término de la campaña 2016-17 cuando el Barcelona presentó sendas millonarias ofertas tanto por Shane Larkin como por Adam Hanga y el Baskonia no dudó en igualarlas pese a que sus arcas no estaban en condiciones de pagar semejantes salarios. El trasfondo no era otro que forzar al club catalán a abonar una compensación por su marcha. En el caso del alero magiar, sí consiguió este propósito y con el base estadounidense -ese verano recalaría en los Celtics de la NBA- también terminó consiguiendo, al menos, un objetivo secundario como que no potenciara el roster de un rival directo.