Color azulgrana en China
Cinco jugadores que han estado esta campaña a las órdenes de Perasovic deben tener una plaza fija con sus selecciones para disputar el gran evento del verano
vitoria - Este verano va a estar marcado a nivel baloncestístico, en primera instancia, por los numerosos trasvases sonados entre los equipos de Euroliga y más adelante por la celebración del Campeonato del Mundo en China previsto del 31 de agosto al 15 de septiembre. Un total de 32 selecciones pelearán en tierras asiáticas por un oro que ya está asignado de antemano a la intratable Estados Unidos, de ahí que el gran aliciente sea adivinar en este instante la identidad de los dos países que escoltarán en el podio a un combinado norteamericano donde han recibido la citación algunas de las rutilantes estrellas de la NBA, como James Harden o Anthony Davis.
El Baskonia, como club puntero del Viejo Continente que todas las temporadas recluta a jugadores procedentes de cualquier rincón del planeta, tendrá una destacada representación. Pese a que no han obtenido pasaporte para este magno evento selecciones con varios internacionales azulgranas entre sus filas como Georgia (Toko Shengelia y el recién nacionalizado Matt Janning), Uruguay (Jayson Granger) o Dinamarca (Shavon Shields), es prácticamente seguro que cinco jugadores que han permanecido este ejercicio a las órdenes de Velimir Perasovic podrán codearse con la flor y nata del baloncesto mundial dentro de más de dos meses.
Si se impone la lógica en el criterio de sus seleccionadores para conformar la lista definitiva, los argentinos Luca Vildoza y Patricio Garino, el brasileño Marcelinho Huertas, el alemán Johannes Voigtmann y el francés Vincent Poirier serán convocados en próximas fechas y comenzarán el arduo trabajo de preparación. Claro que para cuando tenga lugar el pistoletazo de salida del Mundial, más de un integrante de este quinteto habrá abandonado ya, posiblemente, la disciplina del Baskonia.
Todo hace indicar que Ilimane Diop también formará parte en la primera preselección de Sergio Scariolo con España, aunque es virtualmente imposible que supere la criba definitiva ante la feroz competencia existente bajo los aros en el caso de que los internacionales de la NBA se declaren aptos. De hecho, el cinco de origen senegalés siempre ha sido uno de los descartes antes de que se supiera la identidad de los doce jugadores que debían afrontar los anteriores eventos internacionales.
En Argentina, inmersa en un difícil relevo generacional tras haber agotado -salvo Luis Scola- su dorado ciclo casi todos sus jugadores carismáticos que, entre otros éxitos, le permitieron conquistar en 2004 el oro olímpico en Atenas, tanto Vildoza como Garino serán unos fijos para Sergio Hernández. El Oveja, como se le apoda al técnico de la albiceleste, tiene previsto que el base marplatense se desplace al puesto de dos y coincida sobre la cancha durante muchos minutos con otras piezas indiscutibles como Facu Campazzo y Nico Laprovittola. En el caso del rocoso alero baskonista, compartirá demarcación con otro madridista que viene pegando fuerte como Gabriel Deck. Sus rivales en el grupo B serán Rusia, Corea del Sur y Nigeria.
Pese a haber cumplido hace días las 36 primaveras, Huertas debería tener la plena confianza de Aleksandar Petrovic para sostener el timón de Brasil. En principio, el todavía base baskonista será el escudero de Raulzinho Neto (Utah Jazz) y también peleará por los minutos con otro ex del Buesa Arena como Rafa Luz, ahora en las filas del Andorra. Será, posiblemente, el último gran evento a nivel internacional con su selección en el que participe un Marcelinho con los dos pies fuera del Kirolbet de cara a la próxima temporada. Brasil competirá en el grupo F junto a Grecia, Nueva Zelanda y Montenegro.
Por último, todo hace indicar que Voigtmann y Poirier serán rivales en el lote G, que se completa con la República Dominicana y Jordania. La selección teutona, ya sin su gran icono Dirk Nowitzki y con Dennis Schröder (Oklahoma) como principal reclamo, no va sobrada de grandes referentes en el juego interior, donde el todavía jugador azulgrana se perfila como titular junto a Daniel Theis (Celtics) en los esquemas del entrenador Henrik Rodl.
En el combinado bleu, todavía en manos del sempiterno Vincent Collet, Poirier aspira a tener un protagonismo bastante superior al del pasado Europeo del 2017. Sin embargo, no lo tendrá nada fácil si finalmente Rudy Gobert, el interminable cinco de los Jazz, muestra finalmente su predisposición a ser de la partida para este Mundial. Francia dispone de mucho y bueno donde elegir bajo los tableros, pero el interior baskonista ha hecho más méritos que nadie a lo largo de este curso para dominar la pintura de una de las claras favoritas a medalla en tierras asiáticas.