vitoria - El Baskonia lleva varias semanas rastreando en profundidad el mercado en busca de refuerzos que alivien la delicada situación en la que le han dejado las lesiones de varios de sus jugadores pero, para sorpresa de sus seguidores (acostumbrados a la habitual rapidez de movimientos en las oficinas del Buesa), la fumata blanca no termina de aparecer. Sabedores de la necesidad del conjunto vitoriano, no son pocos los que aprovechan la coyuntura para tratar de que se vincule su nombre con el proyecto de Perasovic. Uno de los que más recurrentemente aparece en este escenario es el de James Nunnally.
El exterior estadounidense fue la primera opción alavesa el pasado verano y, de hecho, llegó a tener un preacuerdo cerrado con él a la espera de que no encontrara un hueco en la NBA. Sin embargo, en el último momento, Minnesota se interpuso en su camino a Vitoria y terminó comprometiéndose con la franquicia con la NBA. Un equipo que decidió cortarle la pasada semana, con lo que Nunnally se encuentra de nuevo en el mercado a la espera de encontrar acomodo en otro equipo. Desde medios americanos se ha especulado en los últimos días con la posibilidad de que se retomara la opción vitoriana pero, sin embargo, fue el propio jugador quien se encargó ayer de pinchar el globo personalmente. A través de Twitter, contestó a un mensaje que daba por hecho su incorporación al Baskonia. “Eso no es verdad. Conoce los hechos antes de hablar sobre mí”, espetó.
Al margen de la aparentemente definitiva negativa del estadounidense, lo que resulta evidente es que el conjunto vitoriano necesita imperiosamente la llegada de al menos dos efectivos para reforzar las posiciones de uno y cuatro. Porque, con las bajas de larga duración de Granger y Shengelia, apostar por continuar con la plantilla como está supondría un riesgo inasumible si se aspira a continuar peleando por los objetivos iniciales.