vitoria - El Baskonia se ha visto forzado a afrontar sus últimos compromisos en una situación precaria a más no poder como consecuencia de las múltiples lesiones que han afectado a sus jugadores, los estragos causados por la gripe en los supervivientes y la imposibilidad por parte del club de concretar algún fichaje que palíe la alarmante falta de efectivos que sufre el combinado de Velimir Perasovic. Una situación muy delicada que añade todavía más dificultad al importante compromiso del viernes ante el Milán. Sin embargo, en el seno de la entidad de Zurbano se confía en que la sobrecarga que en estos momentos padece la enfermería se alivie en los próximos días.
De esta manera, el club espera contar con al menos dos elementos más para tratar de sumar la novena continental del curso. Se trata de Patricio Garino y Johannes Voigtmann. El argentino ha permanecido en el dique seco las últimas semanas como consecuencia de la lesión que se produjo en la rodilla y, tras completar junto al resto del grupo la gira de la pasada semana, tiene fijada para este viernes su reaparición. El alemán, por su parte, se ha perdido las dos últimas citas por la gripe pero debería estar ya recuperado para la siguiente batalla.
A ellos podría sumárseles incluso alguna pieza más si por fin dan fruto las gestiones que está realizando la directiva baskonista para encontrar refuerzos que cubran las bajas de Shengelia y Granger.