Resulta de sobra conocido que conviene afrontar las guerras con el ejército más numeroso posible para poder frente con garantías al enemigo y al evidente desgaste que suponen. Algo aplicable igualmente a las competiciones deportivas, en las que disponer de un mayor número de piezas permite ir dosificándolas y escogiendo a las que mejor se encuentran en cada momento. Algo que, desgraciadamente, no puede hacer el Kirolbet Baskonia en estos momentos. Y esa fue, sin duda, una de las causas principales de su derrota ayer en Tenerife y de la hemorragia que, en mayor o menos medida, viene padeciendo desde que arrancó el curso.
Es cierto que la entidad vitoriana no dispone del potencial económico de los grandes transatlánticos continentales y, como consecuencia, no puede confeccionar plantillas rutilantes con catorce o quince elementos de primer nivel entre los que distribuir los descansos. Debe conformarse con lo que le permite su economía que, en cualquier caso, no es poco. Lo que sí necesita obligatoriamente, eso sí, es que los elementos de que dispone ofrezcan habitualmente el rendimiento que se espera de ellos.
Una máxima que no se produjo ayer en Tenerife y que ha brillado por su ausencia en gran parte de los compromisos disputados hasta el momento. Porque, una vez más, ante el Iberostar volvieron a tirar del carro azulgrana los de siempre. Tuvieron que ser los Shengelia, Janning o Poirier -muy sobrecargados de minutos- quienes redoblaran sus esfuerzos para tratar de consumar una remontada imposible que finalmente no llegó por muy poco.
Pero, ¿y el resto? Por razones verdaderamente inexplicables en más de un caso, lo triste realidad es que desaparecidos. Esa es la preocupante situación por la que atraviesan hombres como Voigtmann, Shields, Granger o Hilliard, que firman expedientes prácticamente planos partido tras partido. Si a eso se le añaden las bajas por lesión de Garino y Sedekerskis y la ausencia de Penava, el resultado es un ejército cada vez más menguado que tendrá muy complicado ganar casi cualquier batalla.