El base uruguayo del Kirolbet Baskonia demostró ayer haber dejado atrás los problemas en el tobillo que le tuvieron apartado de la cancha gran parte de la pasada campaña. En el día de ayer resultó clave en mucho momentos del partido dando la serenidad necesaria al conjunto baskonista para hacer internadas por dentro o frenar el juego cuando se necesitaba. Demostró estar en forma y a su vez dejó su sello en lo que se refiere a ser un jugador importante esta temporada para el conjunto dirigido por Pedro Martínez.
El timonel baskonista acabó el encuentro con 23 minutos, 8 puntos, 1 rebote y 5 asistencias (12 de valoración). En cuartos como el último fue de gran ayuda para revertir el ritmo de juego negativo -el Baskonia perdía por momentos la ventaja lograda- que estaba teniendo su equipo, con penetraciones como la que puso los 79 puntos definitivos en el marcador que daban por concluido el encuentro en favor del conjunto gasteiztarra.
Se espera en este sentido grandes cosas de un jugador brillante y líder cuando está en condiciones de poder desplegar todo su juego, todo lo que no sucedió la temporada pasada por culpa de una lesión que se produjo en noviembre del año pasado y que nunca terminó de soldarse al forzarla Granger varias veces para jugar partidos importantes, sobre todo en la recta final del campeonato le hicieron que la lesión se convirtiese en crónica.
Tras un verano en el que tanto el jugador como los médicos del club han hecho todo lo posible por lograr recuperar al jugador, el resultado saltó ayer a la vista. Se vio a un timonel confiado y líder que acumuló un buen puñado de minutos frente al Barcelona Lassa. Y volvió a sentirse importante, necesario por momentos, y obligado incluso a llevar la manija del partido cuando tocaba y asumir las patatas calientes si era necesario.
Jayson Granger demostró no solo estar físicamente recuperado sino dejó patente su buen estado de forma a estas alturas de la temporada que comienza con ilusiones renovadas y con ganas de poder disputar toda la liga sin ningún tipo de problema físico. Espera ayudar como ayer demostró con su juego con el objetivo de lograr conseguir títulos poco a poco y con el objetivo en mayo de estar en la final de la Final Four en Gasteiz.
De seguir en esta línea a las órdenes de Pedro Martínez podrá confirmarse en uno de los mejores bases del campeonato liguero y hacerse respetar, más si cabe, en la Euroliga. Ayer demostró una frescura increíble en un jugador que viene de una lesión como la que le ha mantenido alejado de los terrenos de juego y de su selección -no fue convocado con Uruguay en la reciente venta FIBA-. Una garantía, en definitiva, para afrontar la final de hoy. Asegura en este punto tener la ilusión y la cabeza suficientes para cumplir el primer gran objetivo del Baskonia esta temporada.