Vitoria - Con las brasas aún candentes tras la derrota del pasado martes ante el Real Madrid, que borró de un plumazo cualquier camino hacia la épica, llega el momento de valorar el curso recién acabado y comenzar a planificar la futura temporada, quizá las más ilusionante de los últimos tiempos tras confirmarse semanas atrás que la Final Four 2019, por fin, se celebrará en Vitoria. Conscientes del impacto internacional que esta cita tendrá no solo para la capital alavesa sino para el propio Baskonia, la entidad azulgrana ya se ha puesto manos a la obra para comenzar a perfilar las bases del que será su nuevo proyecto, una idea colectiva que visto lo visto en los últimos meses no tendría porqué diferenciarse mucho del que acaba de lograr el subcampeonato de Liga y, en su día, logró colarse en el Top 8, de donde le apeó allá por el mes de abril el Fernerbahce de Zeljko Obradovic.
No hubo entonces nada que reprochar en aquella eliminación continental por la forma en que el equipo se entregó y compitió, ni tampoco la hubo el martes en el Buesa ante la, probablemente, mejor plantilla de Europa. Conscientes de la dificultad y necesitados de poco menos que un milagro para someter a la escuadra blanca, cargó con carácter y fe el fusil baskonista sin embargo de poco sirvió ante la tremenda pegada y el agotador ritmo que el plantel que dirige Pablo Laso imprimió a lo largo de los 40 minutos del cuarto partido de la serie. Dominó el duelo de principio a fin el actual campeón de Europa, que obligó a la escuadra azulgrana a llegar siempre hasta el límite. Como reconocería después Pedro Martínez, el equipo siempre fue con el gancho.
Una circunstancia normal que, no obstante, no debería empeñar la notable temporada protagonizada por un equipo que comenzó con paso muy irregular -el bisoño Pablo Prigioni, que debutaba como primer entrenador, apenas aguantó en el banquillo más allá de unos meses- y que tras la llegada de Pedro Martínez sufrió un cambio de imagen radical que dio lugar a momentos de juego memorables y al despertar de jugadores de segunda fila que con el tiempo han visto revalorizadas sus carreras. En consecuencia, el grupo moldeado a imagen y semejanza del catalán ha primado siempre el colectivo sobre las individualidades, sin duda la base sobre la que han pivotado los éxitos.
Por eso la propuesta deportiva de cara al año que viene debería ser la misma. O muy parecida. Mantener el mismo bloque de jugadores que este año además de estirar con cierto fundamento un fondo de armario que durante el pasado curso se ha visto demasiado corto. Al menos en comparación con el Real Madrid. En este contexto, las conversaciones con la plantilla de cara al futuro deberían ofrecer las primeras pistas lo antes posible. Aunque la gran mayoría de los jugadores tiene contrato en vigor con el club, la aparición de terceros y la existencia de cláusulas de salida en algunos casos podría alterar el núcleo duro de un grupo que se ha demostrado capaz de competir con las mejores plantilla del Viejo Continente.
derecho de tanteo de baskonia Precisamente por esta circunstancia, los nombres de algunos de ellos ya están en la agenda de varios clubes de Europa después de su sorprendente rendimiento. Dos nombres destacan en este sentido en las filas baskonistas, Rodrigue Beaubois y Matt Janning, ambos con el mismo denominador común: finalizan su contrato con Baskonia este mismo mes de junio y su caché se ha disparado después de una notable temporada y un meritorio play off donde ambos dieron buena cuenta de su calidad. La intención de Josean Querejeta pasa por ofrecerles la renovación a ambos, sin embargo a día de hoy no hay ningún síntoma de que esta propuesta haya tenido lugar. Tampoco lo contrario. Sea como fuere, en el caso de que otros equipos de la ACB pujen por los servicios de uno u otro, el Baskonia tendría la posibilidad de retenerles en el derecho de tanteo, un escenario en el que Baskonia siempre ha sabido moverse muy bien.
En el caso del alero de Minessota, cabe recordar que su llegada a las filas azulgranas se produjo el pasado 15 de septiembre como consecuencia de la baja por lesión de Jordan McRae en su hombro, una fatalidad que lejos de solucionarse terminó por costarle la rescisión de su contrato. Janning, que entonces no tenía equipo, firmó un contrato temporal de dos meses y a la conclusión, otro más hasta el final de temporada. Su versatilidad y polivalencia tanto en tareas defensivas como ofensivas siempre han sido del agrado de su entrenador, quien a buen seguro avalaría su renovación con Baskonia. Otro tanto de lo mismo ocurriría con el alero francés, frío como el hielo pero con una calidad extraordinaria, como demostró en el segundo y tercer partido de la serie ante el Real Madrid. Sin embargo, y en su debe, tiende el baskonista a desconectarse e incluso borrarse de los partidos con peligrosa frecuencia, un extremo que no habría gusta demasiado en la zona noble del club, donde las expectativas en torno al alero no se habrían visto cumplidas del todo.
Sea como fuere, la hipotética continuidad de ambos, por lo que representan entre el baskonismo, sería un certero golpe de confianza que ayudaría a consolidar un proyecto tan ilusionante como el del año que viene y al que le tendrían que seguir nuevas piezas en el banquillo para conseguir un roster a la altura de un equipo Final Four. El Buesa y sus aficionados se lo merecen.
Acaban ahora. Rodrigue Beaubois y Matt Janning. El club tiene previsto ofrecerles a ambos la renovación. En el caso de que otros equipos de la ACB pujen por sus servicios, el Baskonia tendría así la posibilidad de retenerles en el derecho de tanteo.
Un año más. Es el caso de Marcelinho Huertas y Johannes Voigtmann. El futuro del base brasileño, con su correspondiente cláusula de corte, es muy incierto. Por el pívot alemán ya se rechazó el pasado verano una oferta del Bayern Munich. Pedro Martínez también está sujeto a un vínculo hasta junio de 2019.
Hasta 2020. Atados por dos años más están Toko Shengelia, Janis Timma, Jayson Grang er, Luca Vildoza, Vincent Poirier o Patricio Garino. También tiene contrato en vigor Ilimane Diop, aunque el club nunca ha especificado la duración del mismo.