Vitoria. La victoria del conjunto blanco en la recta final del tercer partido ante un abarrotado coliseo baskonista que intentó llevar en volandas a los suyos, coloca la eliminatoria 2-1 a favor de los de Pablo Laso que se encuentran a un paso de hacerse con el título liguero.

Seguramente la afición vitoriana volverá a apoyar a su equipo en el próximo duelo de la misma forma que lo hizo este domingo pues, independientemente del resultado, será el último partido de la temporada del Baskonia en su feudo.

Los vascos tendrán que intentar frenar el liderazgo del esloveno Luka Doncic, la defensa de Walter Tavares y los chispazos de hombres como Trey Thompkins y Jaycee Carroll, pero deberán buscar una mayor aportación de otros jugadores que no estuvieron tan acertados en algunos envites de la serie.

Históricamente, el 2-1 ha sido señal de éxito ya que en nueve de los diez últimos precedentes, el equipo que tenía el factor cancha a favor ha levantado el trofeo cuando se ha encontrado con este resultado de su lado.

El conjunto blanco ya sabe lo que es levantar un título en el Fernando Buesa Arena, después de conseguirlo en el único precedente de ambas escuadras en una final, en la temporada 2004-05, que a la vez es el único caso en el que un equipo con el factor cancha en contra logró darle la vuelta a una eliminatoria.

Era la campaña 2004-05 y el equipo blanco dio la vuelta a un 2-1 adverso para imponerse por 2-3 al entonces TAU Cerámica en aquella final que concluyó con el triple ganador de Alberto Herreros a escasos segundos del final de un partido que se celebró en la pista vitoriana.

Si el Baskonia logra forzar el quinto y definitivo partido de la serie final, éste se disputará en el WiZink Center de Madrid el próximo viernes.