vitoria - Tras ocho años de larguísima espera, ha llegado el momento de la verdad. No va más. A las nueve de esta noche el colegiado principal lanzará el balón al aire y, por fin, el Kirolbet Baskonia disputará una nueva final. Por delante tiene una apasionante eliminatoria que le puede conducir hasta la conquista del cuarto título liguero de su historia. Claro que, para ello, necesitará superar un obstáculo de dimensiones estratosféricas que se ha situado en su camino hacia el campeonato. Nada menos que el recién proclamado campeón de Europa y absoluto dominador de las competiciones domésticas durante la última década. Para terminar de complicar la empresa, el Real Madrid cuenta con la ventaja de campo por lo que si el plantel vitoriano desea terminar levantando los brazos sabe que está obligado a profanarel feudo merengue. Algo que intentará por vez primera hoy en el duelo inaugural de la serie, en el que tratará de protagonizar un inesperado asalto a la cueva del ogro blanco.

Sin apenas tiempo de digerir su regreso a la pelea final por un título tras casi una década de ayuno ni sobreponerse al enorme sufrimiento padecido en el epílogo del cuarto capítulo de la serie de semifinales contra el Barcelona, el combinado de Pedro Martínez debe ser capaz de resetearse de inmediato. Porque únicamente ofreciendo el cien por cien de su rendimiento podrá tener opciones de doblegar a un adversario que dispone de una plantilla de campanillas y que, además, ha sufrido bastante menos desgaste hasta alcanzar este punto clave de la temporada.

Así las cosas, de la capacidad que muestre el Baskonia para olvidarse de lo sucedido hasta el momento y centrarse en unas cinco últimas batallas en las que debe estar dispuesto a dejarse la vida dependerá en gran medida su suerte en esta final de la ACB. Sobre el papel el Real Madrid cuenta con la condición de favorito por su trayectoria precia, los méritos contraídos hasta el momento y el enorme fondo de armario de su vestuario. Sin embargo, el Kirolbet ha demostrado en numerosas ocasiones a lo largo del curso que es capaz de plantar cara y superar a cualquier adversario.

Si es capaz de dar con la tecla que le permita exprimir al máximo sus fortalezas y meter el dedo en las escasas debilidades blancas dará los primeros pasos para comenzar a desequilibrar la balanza a su favor. Para ello, eso sí, tendrá que dar un paso adelante considerable respecto a las prestaciones que ofreció contra el Barcelona. En esa serie semifinal, los trucos del veterano Svetislab Pesic consiguieron cortociurcuitar con demasiada frecuencia los ataques azulgranas, provocando que el conjunto vitoriano se quedara muy lejos de sus niveles habituales de acierto y anotación. Una puntería que tendrá que recuperar de inmediato para poder hacer frente a un bombardero como el Real Madrid de Pablo Laso.

Otro apartado en el que también tienen que mejorar los discípulos de Pedro Martínez es en el de la consistencia mental. Si repite los nervios y la debilidad exhibidas cuando la presión asfixiante del Barça comenzó a menguar su ventaja en el marcador se convertirá en una presa fácil para un Real Madrid que, a buen seguro, disfrutará de rachas de mucho acierto y minutos de dominio. Solo manteniendo el tipo en esos momentos de tempestad y esperando el momento oportuno para devolver el golpe podrá mantenerse en la pelea un Baskonia que, por otro lado, puede hacer jugar a su favor el hecho de que sea su oponente quien tenga que cargar con la condición de favorito con el peso añadido que eso representa. Especialmente si el encuentro comienza a adquirir tonalidades azulgranas.

En cualquier caso, lo que parece evidente es que la cita de esta noche es únicamente la primera de una guerra que antoja larga e intensa. Por lo que, suceda lo que suceda a la conclusión de estos cuarenta minutos, el Baskonia debe ser capaz de mantener firme su rumbo.