Vitoria - Disputar unas semifinales de la Liga ACB supone someterse a un examen de la máxima exigencia y poner a prueba todos los argumentos que han permitido que han permitido al equipo alcanzar la antesala de la pelea final por el título. Por eso, cualquier mínima ventaja, por pequeña que pueda parecer, adquiere la máxima relevancia y conviene tenerla muy en cuenta. Y es precisamente en este escenario en el que el Kirolbet Baskonia se ha encontrado con un inesperado aliado en estos momentos trascendentales de la competición. Porque el plantel de Pedro Martínez podrá disfrutar de un descanso bastante mayor que su adversario -sea el que sea- antes de arrancar la serie. Una baza que, desde luego, debe tratar de explotar al máximo.
Esta diferencia, evidentemente, ni mucho menos es fruto de la casualidad sino que la escuadra de Zurbano se la ha ganado con su solvente actuación en el cruce de cuartos de final ante el Unicaja. Tras vencer en el choque inaugural disputado en el Buesa Arena, resolvió la serie por la vía rápida el pasado martes en el Martín Carpena, lo que le ha permitido estar centrado ya desde entonces en la próxima eliminatoria, que arrancará el próximo lunes.
Sin embargo, la otra parte del cuadro no se ha despejado tan rápidamente y el Barcelona y el Morabanc Andorra se han visto abocados a disputar esta tarde el tercer y definitivo partido de su enfrentamiento particular. Sea quien sea el que se haga finalmente con el pasaporte para las semifinales, lo que está asegurado es que únicamente podrá dedicar dos jornadas a preparar el primer choque contra el Baskonia y que, además, llegará a esa cita con bastante más cansancio acumulado en las piernas y en la cabeza.
Así pues, el conjunto vitoriano ya sabe que una de las principales armas que debe utilizar para tratar de doblegar a su próximo oponente es dotar de la mayor intensidad posible a los encuentros para conseguir que su mayor frescura física le permita convertir esa hipotética ventaja en una realidad en el marcador.
Más todavía teniendo en cuenta el asfixiante calendario al que tendrán que hacer frente en los próximos siete días. Y es que según la programación de la ACB los encuentros correspondientes a esta semifinal se disputarán los días 4, 6, 8, 10 y 12 de junio. Es decir, que podrían llegar a jugar hasta cuatro partidos dentro de una sola semana y, en el caso de tener que llegar hasta el quinto y definitivo para decidir el finalista, sería dos días después. Un sobreesfuerzo que el Baskonia tiene que intentar que juegue a su favor.