vitoria - Todas las estrellas suelen tener, a menudo, un flanco débil por el que su autoestima puede llegar a verse debilitada y su confianza también resentirse de forma peligrosa. En su cuarta temporada en la capital alavesa, Tornike Shengelia ha dado el paso al frente que todo el baskonismo ansiaba desde que Josean Querejeta concretó el pasado verano, contra todo pronóstico, su laboriosa renovación hasta mediados de 2020.

El georgiano, nombrado capitán por sus compañeros, es el líder espiritual sobre la cancha, el principal referente dentro del vestuario y un seguro de vida para Pedro Martínez. Hasta el punto de que, al término de esta campaña, se lo rifarán casi con total seguridad tanto los grandes del Viejo Continente como la propia NBA, con la que mantiene una deuda tras el duro ostracismo que vivió en su día en las filas de los Nets y los Bulls.

Sin embargo, Toko tiene un punto débil que se recrudeció en el reciente partido disputado por el Baskonia en la Fonteta de Valencia. No está siendo un lanzador muy fiable desde el tiro libre. En un jugador que recibe marcas tan pegajosas y acude con asiduidad a la línea, ese es un dato inquietante.

No en vano, se expone a que sus pares pueden adoptar una táctica puesta en marcha en más de una ocasión por muchos entrenadores, sobre todo al otro lado del Atlántico, cuando llegaban los minutos calientes y el marcador estaba parejo. Jugadores como Shaquille O’Neal o Dwight Howard recibían en su día faltas intencionadas con el fin de poner a prueba su escasa fiabilidad. Si bien éticamente era algo reprobable y tampoco estaba bien visto por los compañeros de profesión, la determinación desde la banda surtía casi siempre efecto.

Dentro del Viejo Continente, eso también ha sucedido en los últimos años con Jan Vesely, poste con el que Toko rivalizará a partir de este miércoles en el arranque del Top 8. El volador checo, que ha realizado grandes progresos en esta faceta durante el presente ejercicio, vivió su día más aciago en la final de la Euroliga de 2016 en Berlín ante el CSKA. El conjunto ruso no tuvo reparos en enviarle constantemente a la línea de personal y los réditos no se hicieron esperar con un único acierto de diez intentos. Esos nueve errores explicaron, en parte, la derrota del Fenerbahce en la prórroga.

Los números no engañan y Shengelia está firmando unos porcentajes que no se corresponden con los de un jugador de su jerarquía. El georgiano, que desperdició dos lanzamientos decisivos ante el Valencia Basket en la recta final, acredita un discreto 66% en la Euroliga, mientras que en la ACB mejora por poco dichos guarismos con un 70%. Un bagaje insuficiente para uno de los jugadores que, por su consabida habilidad en el poste bajo e ingentes dosis de calidad, más faltas recibe entre ambas competiciones.

Euroliga. Shengelia acredita un flojo 65,9% de acierto. De 126 intentos, el georgiano tan solo ha convertido 83.

ACB. Su porcentaje sube hasta el 70%. En esta competición ha lanzado 123 veces desde la línea del 4,60, anotando 86.

82

El georgiano ha desperdiciado 43 en la Euroliga, 37 en la Liga Endesa y 2 en la Copa del Rey.