vitoria - No podía aterrizar esta tarde en el Buesa Arena un visitante más morboso. El MoraBanc Andorra, uno de los equipos más en forma de la ACB que ha sumado ocho victorias en los últimos nueve encuentros y se ha convertido en un claro aspirante a optar esta temporada a los play off por el título, comparece con tres rostros conocidos entre sus filas. Se trata de Jaka Blazic, Colton Iverson y David Jelinek, que añadirán el picante necesario a una tarde ya de por sí plagada de alicientes debido al dulce momento que atraviesan ambos contendientes. El trío que dirige Joan Peñarroya, que abandonó la capital alavesa por la puerta de atrás, llegó con ansia de revancha.
El guerrero esloveno adquirió casi la vitola de ídolo en Zurbano, donde retumbaba a menudo el pegadizo estribillo de la canción que le dedicó una grada cautivada por su ardor y su entrega. Pese a que sus virtudes cuadran a la perfección con la cultura del esfuerzo que impregna la filosofía del Baskonia, el club optó el pasado verano por anular su último año de contrato -también el de Rafa Luz- en una determinación teñida de cierta polémica.
Su etiqueta de valioso cancerbero defensivo resultó insuficiente ante los ojos de los rectores azulgranas, que anhelaban una pieza de mayor calidad en el mercado para ocupar el perímetro. Con más minutos en pista y la confianza ciega de su nuevo entrenador, Blazic se ha destapado este ejercicio como un anotador compulsivo durante muchos duelos. De hecho, se ha encaramado a la séptima posición del ranking de mejores pistoleros con casi 15 tantos de media y unos aseados porcentajes desde la larga distancia, algo que desde luego no parecía su especialidad.
Mucho más problemática resultó la salida de Colton Iverson, que reclamó amparo en 2015 a la FIBA para abandonar un Baskonia que, pese a adeudarle una importante suma de dinero, decidió ejercer la opción existente para prorrogar su contrato. Ambas partes acabaron en los tribunales después de que el rocoso interior, en su visita de enero del año pasado a Vitoria siendo integrante del Maccabi, recibiera en mano la misma mañana del partido y por parte de dos funcionarios la denuncia que le interpuso el club por romper de forma unilateral su vínculo.
En el caso de Jelinek, también pasó con más pena que gloria en una de las etapas más duras del Baskonia en los últimos tiempos. La elevada ficha de Brad Oleson estrangulaba la economía de la entidad vitoriana, que no dudó en hacer caja con su traspaso al Barcelona en vísperas de afrontar la Copa del 2013 y reclutar en su lugar a un escolta por entonces en un modesto del baloncesto turco. Fue una operación satisfactoria a nivel monetario pero ruinosa en el plano deportivo, ya que el checo -considerado un cupo para jugar en España- nunca dotó de mordiente ni veneno al equipo en ataque.
El Andorra es uno de los rivales más duros a los que el Baskonia debe enfrentarse en esta recta final de la fase regular de la ACB. Los alaveses, obligados a olvidar el reciente varapalo ante el Efes, se hallan en una posición privilegiada para atacar el segundo puesto a nivel doméstico y, por ende, gozar de la ventaja de campo en todas las eliminatorias por el título hasta una hipotética final.
dudas Timma es duda por sus problemas en el codo y Granger sufre un esguince de tobillo durante el entrenamiento vespertino y las pruebas médicas realizadas tras el mismo le convierte en seria duda para el partido de esta tarde.