vitoria - El rictus de Pedro Martínez denotaba ayer tanto máxima seriedad como una concentración a prueba de bombas. No en vano, es el primer consciente de que se halla ante su primer gran desafío desde que asumió la riendas del Baskonia en lugar de Pablo Prigioni. Antes de su alocución ante los medios y en la más absoluta soledad, sentado en un banquillo del BAKH, trataba de evadirse con el teléfono móvil en mano, una herramienta con la que es muy activo en las redes sociales y donde vierte sus ácidas opiniones respecto a temas de candente actualidad. Esta Copa del Rey, “una competición salvaje” a su juicio, emerge como una inmejorable oportunidad para que el club vitoriano ponga fin a su prolongada sequía de títulos. Esa ansiedad del entorno es palpada por un entrenador que, por motivos obvios, no garantizó la conquista de la preciada corona, pero sí un Baskonia “con la máxima ilusión” para hacer algo grande en el Gran Canaria Arena.
“Espero una buena versión de mi equipo. Tengo confianza en el trabajo que estamos haciendo y en que la plantilla va a dar lo máximo, pero también la seguridad de que el rival hará lo mismo. Porque nosotros lleguemos con ilusión, no vamos a levantar el trofeo. De igual modo, habrá que tener acierto, estar concentrado y superar los malos momentos, que los habrá. Ante eso, desconozco lo que pasará. Será la competición la que nos dará la opción de continuar o no. Estoy convencido de que lo vamos a dar todo, pero no sé si eso servirá para ganar”, espetó el técnico que ha devuelto este ejercicio el gen competitivo al Baskonia tras un tétrico arranque.
En su cabeza no hay más espacio ni foco de preocupación que el Barcelona, la primera piedra de toque de los alaveses en su camino hacia la séptima corona de la historia. Un rival al que no ha podido destripar a fondo tras la reciente destitución de Sito Alonso y la apuesta por Svetislav Pesic. “Solo nos centramos en el primer partido, que además tiene la dificultad de que no sabemos cómo va a jugar el Barcelona con el cambio de entrenador. No hemos preparado nada más allá de intentar hacer un buen primer encuentro. Nos centramos mucho más en explotar nuestras virtudes que las del rival. Acumulo una cierta experiencia en competiciones de este tipo y sé que pensar en un segundo partido es tontería porque un 50% de los participantes no lo va a jugar”, recordó Pedro Martínez.
Como no podía ser de otra forma, el reanimado Barcelona de Pesic le inspira mucho respeto pese al severo correctivo (96-72) que recibió el pasado 4 de febrero en el Buesa Arena. La lógica dicta que el de tierras insulares será un choque mucho más cerrado en el que el Baskonia no circulará a través de una alfombra roja. “Lo hemos preparado diferente a si no se habría producido esa eventualidad del cambio de técnico. Por lo que vimos el otro día ante el Bilbao Basket, ha cambiado su defensa respecto a lo que estaban haciendo con Sito Alonso y ofensivamente también nos pareció que van a jugar con sistemas de juego diferentes. Al final, es baloncesto y no todo es el scouting. En vez de estar tan pendientes de ellos, habrá que controlar las cosas que dependen de nosotros y de intentar ser fieles a nuestra identidad. Por mucho que cambien de técnico, las características individuales de los jugadores del Barcelona sí las conocemos aunque las podrán potenciar”, avisó el preparador baskonista.
“competición salvaje” En una Copa de lo más abierta donde, a su juicio, no se vislumbra un claro favorito, el equipo vitoriano aspira a dar continuidad a las notables actuaciones que ha protagonizado esta campaña ante varios gallitos con los que rivalizará en Las Palmas. Sin embargo, de su boca no surgió ninguna palabra más alta que la otra que denotara un cierto aire de superioridad respecto a un oponente ciertamente titubeante, inconsistente y decepcionante hasta la fecha.
“Lo que no podemos es ir a la Copa, una competición tan salvaje, pensando que nos van a regalar algo. Hemos de ir pensando que ganar es muy difícil, porque todo el mundo da su cien por cien y las dificultades son máximas”, confesó sin tapujos Pedro Martínez, confiado eso sí en que sus pupilos den “una respuesta al mejor nivel” ante un adversario con el cuchillo entre los dientes. “Debemos creer que el Barcelona va a defender muy agresivo porque la dinámica del torneo le lleva a ello. No podemos lamentar que el Barça va a jugar bien porque eso es de perdedores”, zanjó con rotundidad.
La grandeza de la Copa, incidió, es que ha sido históricamente “una competición salvaje en el sentido de que todo el mundo da su cien por cien; cuando eso sucede, no hay favoritos”. De ahí que instase a sus pupilos a mantener los pies en el suelo. “Cuando los equipos se esfuerzan para dar su máximo, te llevas sorpresas. Con la máxima exigencia, cualquiera puede ganar a cualquiera. Hay algunos que atesoramos más calidad y tendremos más posibilidades, pero hay que ser humilde y respetuoso con todo el mundo. Es un torneo que se presta por su formato a que haya muchas sorpresas”, puntualizó. Pedro Martínez también está esperanzado en que los siete debutantes en Las Palmas (Shengelia, Janning, Poirier, Garino, Timma, Vildoza y Malmanis) no sufrirán el miedo escénico de una competición presidida por un enorme desgaste físico y mental. En este sentido, instó a este grupo de baloncestistas a que “hagan una buena lectura de lo que se van a encontrar”.