vitoria - El cruce de cuartos de final entre el Baskonia y el Barcelona tenía un favorito claro en la silueta del conjunto vitoriano antes de la destitución de Sito Alonso, que mantenía al gigante culé en un estado cadavérico. Sometido por aplastamiento un colectivo depresivo como el catalán y tras hacer el más absoluto de los ridículos en el reciente enfrentamiento protagonizado por ambas escuadras en el Buesa Arena, los rectores culés dijeron basta y tomaron cartas en el asunto con la fulminante despedida de un entrenador desbordado, sin antídotos para revertir una crisis galopante y también enemistado con varios pesos pesados del plantel. Hace meses llegó a pedir a la directiva la cabeza de, entre otros, Koponen y Sanders, según desveló días atrás Mundo Deportivo.
Un viejo zorro como Svetislav Pesic tiene ahora la consigna de revitalizar una sección de baloncesto que lleva dando más tumbos de los deseados en los últimos años. Se trata de un movimiento que pone en alerta a un Baskonia precavido. Con el veterano entrenador balcánico, ganador en su día de la primera Euroliga de la historia para el club, el Barcelona ofreció el domingo una cara más aguerrida y al menos se pareció a un equipo. Eso sí, lo tuvo muy fácil ante un visitante esperpéntico como el Bilbao Basket, al que dejó en unos escuálidos 58 puntos y un rival que no halla en condiciones de suponer un termómetro para medir la recuperación blaugrana y saber si ha salido de la UVI.
Como sucedió hace meses en Vitoria con la dimisión de Pablo Prigioni y el desembarco de Pedro Martínez, el conjunto catalán confía en que el balcánico sea un revulsivo para protagonizar un digno final de temporada, al menos en los torneos domésticos donde las opciones del Barça permanecen intactas. Frente a los vizcaínos, se observaron con claridad las líneas maestras que quiere implantar un viejo zorro de los banquillos, cuya primera determinación fue dar de baja al último fichaje para la cuerda exterior, Edwin Jackson, y activar otra vez el alta en la ACB de Petteri Koponen.
El Baskonia ya sabe que el partido del viernes difícilmente se parecerá al que ambos disputaron el 4 de febrero. Para empezar, el Barcelona contará con tres jugadores que no estuvieron ese día en el Buesa Arena. Además del exterior finés, también figurarán en el roster culé Pau Ribas, que simultaneó su presencia con Heurtel ante los de Mrsic, y el fornido Rakim Sanders, un alero muy poderoso en el plano físico que fue despreciado por Sito Alonso para el choque de Vitoria.
Si bien el Bilbao Basket no le exigió en ningún momento, el Barça dejó clara su voluntad para poner en práctica una defensa mucho más pegajosa por todo el campo y sin importar el peaje de las faltas. Pesic alineó a sus doce jugadores -ninguno superó los 24 minutos-, entre ellos Pressey y Vezenkov, que irrumpieron con el encuentro sentenciado. Tomic, el único cinco puro del Barcelona ante la lesión de Seraphin, fue buscado con insistencia en el cuarto de hora que estuvo sobre la pista del Palau. El croata marcó la diferencia ante Gladness, un pívot poco contundente que le tendió una alfombra roja para su lucimiento.