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Minutos para todos. En una plácida tarde consiguió involucrar a casi todos los jugadores. Su apuesta por Vildoza es cada vez más clara, viéndose Huertas relegado al último lugar de la rotación de bases. También rescató del anonimato a Ilimane, que no aprovechó su oportunidad, y reservó a Voigtmann hasta el tercer cuarto. Casi por aclamación popular, hizo jugar al final a Iván Martínez.

Profesionalidad máxima. El cansancio no hizo mella en el Baskonia, avasallador desde el salto inicial y que impuso la lógica ante, de largo, el peor equipo de la ACB. Con Shengelia convertido un día más en el líder azulgrana y una buena aportación de Vildoza, Beaubois, Janning y Jones, la superioridad alavesa resultó aplastante.

Nada exigido. El Real Betis, que contó con la baja de útima hora de Draper, justificó su precaria situación en la tabla y tendió una alfombra roja para la redención local. A base de un ritmo muy elevado, rápidos contragolpes, agresividad defensiva y buenas dosis de acierto exterior, el desequilibrio entre ambos contendientes quedó patente.

vitoria - Como no podía ser de otra manera, el cartel copero del Gran Canaria Arena incluirá finalmente la silueta azulgrana. La lógica se cumplió a rajatabla. En una jornada sin vuelta atrás, no hubo margen para ningún tipo de angustia ni drama tras una tarde de guante blanco zanjada con una superioridad aplastante. El Baskonia, uno de los tradicionales animadores con incontables batallas a sus espaldas durante las últimas décadas, no faltará un año más a su cita en el torneo fijado en Las Palmas del 15 al 18 de febrero.

Ni un club con seis entorchados en su palmarés ni una afición que siempre se moviliza en un número muy elevado para vivir con una pasión desbordante los cuatro días de competición podían verse excluidos de una competición fetiche que bien puede ser el título más alcance del maratoniano azulgrana en el presente ejercicio. La incógnita estriba en saber si este Baskonia tan inestable, cuyas débiles costuras están quedando patentes en una carrera de fondo como la Euroliga, podrá salir airoso de tres esfuerzos titánicos en un intervalo de tiempo tan corto. Y todo ello habiéndose esfumado la condición de cabeza de serie para el sorteo, algo que tiene visos de deparar el enfrentamiento a las primeras de cambio con un peso pesado.

Entre su indudable ánimo de redención tras las cornadas continentales encajadas esta semana y el desembarco en Vitoria de un visitante fantasmagórico que justificó su precaria situación en la tabla, la tropa alavesa hizo realidad el objetivo con más suficiencia de la esperada. No precisó echar mano de ningún transistor ni estar pendiente de los resultados de terceros, ya que cumplió los deberes sin sobresaltos. El Buesa Arena acogió un simulacro de partido donde no parecía que estuviese tanto en juego, pero la escasa oposición de un dantesco Real Betis ahorró cualquier tipo de sofocón.

Tras afrontar un calendario infernal durante el último mes, el Baskonia se concedió una tregua y resopló de alivio ante las facilidades concedidas por el colista de la ACB. Nada exigido y con un protagonismo equitativo de toda su plantilla, se vieron ahuyentados de un plumazo los fantasmas que se cernían sobre su figura. Un objetivo ineludible de la temporada vio la luz pese al inquietante 2-7 reflejado por el luminoso en los albores. El sonrojo de afrontar la última jornada de la primera vuelta sin el billete asegurado resultó, a la postre, anecdótico ante la contundencia de un marcador final que dio carpetazo a las posibles dudas.

sumamente profesional Eso sí, el bajo estado de confianza se dejó sentir en un encuentro con ciertos altibajos donde, a modo de resumen, un irregular Timma volvió a luchar contra su ansiedad con una errática carta de tiro, Huertas echó más leña al fuego de su delicada situación con pérdidas absurdas, Shengelia confirmó un día más su vitola de jugador franquicia en Vitoria y los pistoleros de Pedro Martínez (Beaubois y Janning) desenterraron el hacha de guerra contra un fantasma disfrazado de verde. En el que pudo ser uno de sus últimos servicios para la causa azulgrana, Jones también se sumó al festín triplista con el partido ya roto. Antes del salto inicial, la ausencia de última hora de Draper propició un mayor desequilibrio de fuerzas si cabe entre dos contendientes distanciados por un mundo. Decidido a economizar esfuerzos, el técnico catalán rescató del ostracismo a Ilimane y estableció un nuevo orden para la rotación interior con Voigtmann reservado hasta bien entrado el tercer cuarto. Al senegalés le jugaron una mala pasada sus ganas de agradar y desaprovechó la ocasión de reivindicarse con tres rápidas faltas en el marcaje a Golubovic.

Por lo demás, el vitoriano fue un colectivo sumamente profesional que hizo pagar los platos rojos a un histórico con las constantes vitales muy debilitadas y, salvo sorpresa, directo al infierno de la LEB Oro. Anosike, descarte de Perasovic durante la pretemporada de 2015, mostró su perfil bajo, mientras que otro viejo conocido como el limitado Golubovic -campeón de la ACB en Vitoria- también fue engullido por las torres locales. En definitiva, un paseo militar de principio a fin.

Madera de líder en una jornada donde arrastró al resto hacia una contundente victoria. Carácter, excelsa producción anotadora y sensación de dominio en todas las facetas del juego.