Cuando el calendario competitivo depara una visita al vigente campeón de Europa que, además, dispone de una de las canchas más calientes del Viejo Continente hasta en los cálculos más positivos aparece como una opción bastante probable tener que emprender el viaje de regreso a casa con una derrota en el equipaje. Es uno de esos encuentros que entran dentro de lo pausible perder. Ese era el escenario al que se enfrentaba anoche el Baskonia en Estambul y, desgraciadamente, ese fue también el desenlace que definitivamente se produjo. Algo comprensible, es verdad. Pero cuando uno roza con la punta de los dedos hasta el último suspiro la victoria verla escaparse como agua entre los dedos es todavía más doloroso.
Un dolor que sufrió en carne propia la escuadra vitoriana como consecuencia, fundamentalmente, de los errores que cometió en el peor momento posible. Porque lo cierto es que el plante de Pedro Martínez fue capaz de mantener el duelo igualado -e incluso ligeramente desequilibrado a su favor- durante gran parte de los cuarenta minutos. Por si fuera poco, cuando el todopoderoso Fenerbahce pareció asestar su golpe de gracia para escaparse en el marcador dentro del cuarto definitivo, el Baskonia se resistió a bajar los brazos y tirando de caracter fue capaz de volver a la pelea por el triunfo con todas sus opciones. Un triple de Timma le situó a solo dos puntos (75-73) con dos minutos y treinta y siete segundos por disputarse.
Sin embargo, entonces, entraron en escena errores en acciones decisivas que terminaron por decantar la suerte de la contienda del lado local. Bien fuera por el cansancio acumulado, por la mayor calidad del adversario o por el simple capricho del azar, lo cierto es que el Fenerbahce estuvo más acertado en el momento de la verdad y eso le llevó hasta el triunfo.
A falta de dos minutos y con el marcador todavía inalterado, Granger falló una bandeja clara tras haber dejado atrás claramente a sus defensores. En la acción siguiente, el equipo turco capturó nada menos que dos rebotes ofensivos consecutivos para terminar forzando una falta personal de Voigtmann que Guduric convirtió en dos puntos (77-73). A renglón seguido Timma falló un triple mientras que Wanamaker anotó de dos (79-73) y ni siquiera cuando el Baskonia robó el saque de fondo local tras un tiro libre convertido por Shengelia (79-74) se enmendaron los errores. Así, Beaubois falló una bomba solo y Poirier no pudo machacar el rebote. Lo que supuso, ya sí, la sentencia azulgrana.