vitoria - La duodécima jornada de la Euroliga, que empieza a ver la luz a partir de mañana con un puñado de encuentros plagados de alicientes, amanece con un objetivo diáfano para el Baskonia, deseoso de inmiscuir cuanto antes su figura por primera vez en el Top 8 desde que el torneo echara a rodar allá por el mes de octubre.
Como no podía ser de otra forma, el equipo vitoriano sigue arrastrando la pesada mochila de un arranque ciertamente infernal en el que acumuló cuatro derrotas consecutivas ante el Olympiacos, el Maccabi, el Valencia Basket y el Brose Baskets. Anclado en el pozo y con la autoestima por los suelos, muy pocos confiaban entonces en que fuera capaz de remontar el vuelo y pudiera acariciar ahora la zona noble cuando ni siquiera se ha alcanzado el ecuador de la maratoniana fase regular.
Desde que Pedro Martínez se ha convertido en el capataz desde la banda, el baloncesto azulgrana describe una línea ascendente y los resultados están siendo en líneas generales excelentes, aderezados de auténticas demostraciones de poderío ante oponentes de sobrada enjundia. Sin embargo, la presencia entre los ocho primeros -con el consiguiente subidón que implicaría a nivel anímico- todavía no ha podido hacerse realidad.
La de esta semana es, a priori, una jornada propicia para vislumbrar la silueta del Baskonia entre el selecto grupo de elegidos. En primer lugar, su aterrizaje en el Sinan Erdem Arena para dar la réplica a un Anadolu Efes en horas bajas se produce en un momento inmejorable. El conjunto de Perasovic se halla muy lejos de las expectativas iniciales y, si bien cuenta con jugadores de un nivel excelente y extremadamente físicos, parece hoy en día más un grupo de grandes individualidades que un colectivo bien armado y compacto, algo que no deja en buen lugar a un entrenador amante del trabajo coral como el croata. En principio, la turca es una pista donde el inquilino del Buesa Arena debería prolongar su cuento de hadas, sin obviar eso sí la suprema dificultad que implica cada desplazamiento en esta Euroliga.
Otro factor alienta sobremanera el optimismo para que los alaveses se cuelen entre los ocho mejores al término de esta jornada. Y es que los adversarios directos con los que se encuentra al mismo nivel en la clasificación o, en su defecto, un escalón por debajo afrontan compromisos de la máxima exigencia donde la lógica invita a pensar en un posible tropiezo.
un clásico de signo incierto El Zalgiris, con una victoria más pero al que el Baskonia adelantaría en caso de un hipotético empate tras su contundente exhibición en Kaunas, visita nada menos que al vigente campeón Fenerbahce, una máquina prácticamente inabordable en estos instantes. Los de Zeljko Obradovic son ahora mismo el bloque más en forma de la Euroliga y pensar en un hipotético dos en la quiniela se antoja una quimera.
El Brose Baskets y el Real Madrid tampoco lo tendrán nada fácil en este sentido. Los alemanes se han hecho fuertes en la presente temporada como locales gracias a remontadas milagrosas, pero en esta ocasión encaran la llegada de un visitante antipático donde los haya que no concede ni las migajas: el siempre pétreo Olympiacos con un Spanoulis necesitado de rodaje. Los merengues, lastrados por las lesiones esta campaña, protagonizarán otro clásico de alto voltaje ante el Barcelona. Se trata de un partido de signo incierto por el mal momento que viven los dos gigantes del baloncesto español, pero los blaugranas ya fueron capaces de profanar el WiZink Center en el reciente duelo correspondiente a la Liga ACB.
En definitiva, el camino se encuentra allanado para ver, por fin, al Baskonia en una plaza de Top 8, de la que no pretende descabalgarse en lo que resta de Euroliga. En caso contrario, la consecución de dicho objetivo puede aplazarse a la próxima semana en la que el Baskonia también afronta dos encuentros terrenales. En otro doble desafío agotador a nivel físico y mental, ya le esperan el Armani italiano a domicilio y el Barcelona en el Buesa Arena.
Zalgiris (6-5). Los lituanos se miden lejos de casa al intratable Fenerbahce, de los equipos más en forma de Europa y un muro de hormigón. En caso de igualdad con los de Jasikevicius, el Baskonia estaría por delante tras su reciente exhibición en Kaunas.
Real Madrid (5-6). Le llega otro clásico en un momento delicado donde su enfermería está llena. El Barcelona no se encuentra para echar cohetes, pero ya se impuso en la ACB en el WiZink Center.
Baskonia (5-6). Los vitorianos visitan a un Efes que viene de recibir una fea cornada en Belgrado y tan solo ha sumado tres triunfos en once duelos.
Brose Baskets (5-6). Ha rubricado varias remontadas milagrosas en su casa del Brose Arena, pero le dará la réplica en esta ocasión el rival más antipático de todos: el Olympiacos.