vitoria - Es la pregunta del millón que alimenta todas las tertulias baloncestísticas en las que sale a relucir el nombre del Baskonia, pendiente todavía de añadir un nuevo inquilino a un vestuario incompleto. ¿Dónde está el cuatro suplente que oxigene a Tornike Shengelia? Pues bien, de momento no hay respuesta posible para uno de los enigmas mejor guardados en las entrañas del Buesa Arena. Cuando ya han transcurrido más de dos meses de competición oficial, el club continúa sin dar con esa imperiosa pieza que cierre la plantilla, reclamada con insistencia por Pedro Martínez en una de sus primeras comparecencias públicas como flamante entrenador azulgrana.
El simple hecho de que el club cerrara el pasado mercado estival sin encontrar un relevo para el ahora lesionado Kim Tillie ya constituyó un hecho atípico y de difícil comprensión, pero estar compitiendo a estas alturas en el doble frente de la ACB y Euroliga sin la ayuda de ese jugador roza lo incomprensible. Los parches utilizados en primera instancia por Prigioni y en estos últimos partidos por el técnico catalán son insuficientes cuando el Baskonia se mide a determinados rivales.
En espera de que cristalice algún movimiento en los despachos, el bisoño Rinalds Malmanis está suponiendo la solución de urgencia para ganar algo de tiempo. Voigtmann, demasiado corpulento y lento en el desplazamiento lateral, ha evidenciado en multitud de ocasiones que no puede amoldarse a una demarcación en la que se precisan algunas características muy concretas.
uthoff, wiltjer, shurna... De momento, la búsqueda está resultando a todas luces infructuosa pese a la riada de ofrecimientos que casi a diario llegan a las oficinas de Zurbano o que el Baskonia puede tener libre en breve una segunda plaza de extracomunitario si finalmente prescinde de los servicios de Matt Janning. Algunos jugadores de cierto prestigio están actualmente en el paro, pero no terminan de convencer. También está encima de la mesa de Josean Querejeta el nombre de algún ala-pívot que, pese a disponer de contrato en vigor para este ejercicio en otro lugar, puede salir de su actual club por diferentes razones.
En última instancia, el aspecto económico siempre es algo a tener en cuenta a la hora de cerrar una operación de estas características. Y es que no se pretende destinar una gran partida para un jugador que no contará con un excesivo protagonismo y estará a la sombra de un peso pesado como Toko Shengelia, que jugará como mínimo 30 minutos si las lesiones le dan un respiro en su cuarto año en Vitoria.
El gran objetivo baskonista ha sido Jarrod Uthoff desde un primer momento, pero su llegada ha resultado inviable. Kyle Wiltjer, también descartado por la NBA y ofrecido desde hace meses, no figura entre las prioridades. Entre las opciones apetecibles barajadas por la secretaría técnica se han encontrado baloncestistas de todo tipo. Uno de ellos ha sido John Shurna, ala-pívot del Andorra y con una dilatada experiencia en el baloncesto continental. También se valora como una posibilidad interesante al triplista Austin Daye, un ala-pívot que milita en el Hapoel israelí a las órdenes de Katsikaris y con pasado en el Galatasaray, aunque la premisa básica para cerrar cualquier movimiento es que el jugador llegue libre.
La idea del Baskonia, exteriorizada incluso en público por su presidente, es dar básicamente con un cuatro dotado de una buena muñeca y que abra el campo. Con la llegada de Pedro Martínez, en principio no ha variado el perfil de ese objeto de deseo, si bien nadie duda de que el juego interior azulgrana también agradecería el aterrizaje de un pívot más físico que aporte contundencia a una pintura demasiado liviana. A base de paciencia puede que aterrice en Vitoria la pieza ideal, pero la perplejidad de los aficionados va en aumento con el paso de los días.