vitoria - Cuando uno visita la pista de un adversario de la entidad del Olympiacos, sabe que tiene que rozar la perfección en sus prestaciones para poder tener opciones de salir victorioso del envite. Y cuanto más se aleje de ese ideal, mucho más complicado resultará acercarse siquiera a soñar con la victoria. Pues bien, el Baskonia estuvo anoche en Creta a años luz de su versión diez y, evidentemente, las consecuencias resultaron inevitables. Porque lo cierto es que el plantel de Pablo Prigioni decidió adelantar varios meses el calendario para convertirse en un improvisado Olentzero que se dedicó a repartir regalos a su oponente durante prácticamente los cuarenta minutos de la contienda. Y si ya es complicado superar a los de El Pireo jugando bien, cuando la cuenta de errores no forzados supera ampliamente a los aciertos se convierte en una quimera.
Una tendencia que se puso de manifiesto desde los primeros compases del choque. Porque nada menos que ocho pérdidas sufrió el Baskonia durante el primer cuarto. Ataque tras ataque, los discípulos de Pablo Prigioni terminaban regalando la pelota a sus adversarios sin que estos tuvieran que emplearse apenas en las labores defensivas. Pese a este pésimo arranque, el cuadro vitoriano siguió vivo, en gran medida, porque el Olympiacos también se mostró bastante errático y optó por devolver algunos de estos regalos.
Pero yendo tanto a la fuente resultaba imposible que el cántaro no acabara rompiéndose. Y así sucedió cuando, con el transcurrir de los minutos, el Baskonia siguió ofreciendo presentes de todos los colores a un rival que simplemente tenía que abrir las manos para recogerlos. La estadística final, no deja el más mínimo lugar al maquillaje.
A la conclusión de los cuarenta minutos fueron catorce las pérdidas cometidas por los alaveses -no demasiadas por otra parte considerando las ocho consumadas ya en el primer cuarto-. Si a esto se le añade que las facilidades que encontraron los locales para hacerse con el rebote en la zona azulgrana, el resultado no podía ser otro que la derrota. Nada menos que dieciocho puntos anotó el Olympiacos en segundas opciones por los pírricos dos que logró el Baskonia. Algo que se entiende a la perfección viendo los dieciséis rebotes ofensivos capturados por los griegos. En definitiva, demasiados regalos.