vitoria - Es uno de los poquísimos integrantes de la mejor generación de la historia del baloncesto argentino que no contaba en su expediente con una etapa como jugador del Baskonia pero ese lunar va a quedar resuelto de inmediato. Y es que Carlos Delfino se convirtió en la mañana de ayer de manera oficial en nuevo jugador azulgrana y con toda probabilidad debutará mañana por la noche en el encuentro inaugural de la Liga ACB que tendrá lugar en el Palau Blaugrana. Es verdad que se trata de una incorporación con matices y en la que han influido notablemente las circunstancias que están afectando al combinado de Pablo Prigioni pero no por ello deja de tener su trascendencia.
De entrada, la decisión del club de Zurbano viene a reconocer y premiar el trabajo desarrollado por el internacional albiceleste durante toda la pretemporada, en la que se ha ejercitado a las órdenes de su compatriota y excompañero Prigioni como un simple temporero y con el objetivo confesado por él mismo de “recuperar la forma” tras los graves problemas físicos que le han afectado durante los últimos años. Sin embargo, las lesiones que han ido afectando a Beaubois, McRae, Garino y Shengelia han minado sensiblemente la plantilla baskonista, obligando a sus máximos responsables a recompensarla sobre la marcha. La primera medida fue la contratación para los dos próximos meses del estadounidense Matt Janning pero, pese a este refuerzo, el equipo seguía cojo.
Mientras tanto, Delfino continuaba trabajando en silencio y con su enorme experiencia como mejor aval. Así, el pasado domingo participó durante cerca de quince minutos en el encuentro frente al Hapoel de Jerusalem que sirvió de presentación oficial del nuevo proyecto en el Buesa Arena. El técnico azulgrana, probablemente quien mejor le conoce, ha destacado en varias ocasiones a lo largo de las últimas semanas su trabajo y, finalmente, la entidad de Zurbano optó por mirar hacia adentro antes de internarse de nuevo en un mercado siempre incierto.
Como consecuencia, decidió hacerle un hueco a Delfino en su primera plantilla ascendiéndole de su rol de sparring en los entrenamientos al de jugador con contrato temporal. Porque la comunicación oficial evita hablar de plazos concretos de vinculación entre ambas partes y se limita a decir que se incorpora “para cubrir las bajas en forma de lesión de la línea exterior azulgrana”.
Un dato que invita a pensar que la estancia del jugador argentino en las filas vitorianas puede ser más o menos larga en función de cómo se vayan desarrollando los procesos de recuperación de sus compañeros. Incluso, tampoco sería descartable que llegado el caso volviera a limitarse a tener un papel secundario dentro de una plantilla larga en la que Prigioni tuviera que realizar descartes antes de cada encuentro en función de las necesidades concretas del momento. Porque más allá de su juego -evidentemente afectado por los problemas físicos que le han mantenido varios años en el dique seco-, puede aportar importantes intangibles a una plantilla muy joven que necesitará de la ayuda y la guía de veteranos curtidos en mil batallas y con enorme experiencia a sus espaldas. Un papel que podría encajar perfectamente en la figura de Carlos Delfino y que sin duda serviría de ayuda para un Pablo Prigioni que se estrena este curso en los banquillos. De momento lo que es seguro es que el jugador argentino será uno de los que forme parte del Baskonia que se enfrente mañana al Barcelona en el encuentro inaugural de la Liga ACB 2017-18.