La ACB, en busca de un nuevo presidente tras la dimisión presentada hace semanas por Francisco Roca a raíz de los agrios conflictos internos, no atraviesa actualmente uno de sus momentos más boyantes. Golpeados gravemente por la crisis la mayoría de sus asociados en estos últimos años presididos por las estrecheces económicas y dotada cada vez más de menos recursos para atraer a las estrellas más glamourosas, hace tiempo que para muchos carece ya de la vitola de segunda mejor competición del mundo tras la NBA.
La edición liguera 2017-18, eso sí, está marcada por la vuelta de más de una decena de jugadores que en su día emigraron ante la existencia de ofertas más lucrativas procedentes del extranjero. Se da la curiosidad de que muchos de ellos cuentan con pasado baskonista. A partir de ahora, vestirán otra elástica diferente a la azulgrana. Son los casos de Thomas Heurtel, Fabien Causeur o Tibor Pleiss. Todos ellos han pasado a reforzar a tres rivales directos del Baskonia tras concluir su periplo en diferentes clubes de la Euroliga. El díscolo base francés llevará el timón del Barcelona, su compatriota bleu ha sido escogido por Pablo Laso como el nuevo escolta para el Real Madrid, mientras que la torre alemana -obligada a reivindicarse tras sus oscuras etapas en la Ciudad Condal y el Galatasaray- ha reforzado al Valencia Basket, vigente campeón liguero y empeñado en dar continuidad a su exitoso papel del pasado curso.
Marcelinho Huertas, Jayson Granger -ambos reclutados por el Baskonia para su dirección-, James Augustine (Unicaja), Latavious Williams (Valencia), Ognjen Kuzmic (Real Madrid), Adrien Moerman (Barcelona), Nik Caner-Medley (Estudiantes), John Shurna, Clevin Hannah (Murcia) y DJ Seeley (Gran Canaria) han sido otros de los viejos ilustres que han optado por retornar a una competición obligada a recuperar el prestigio de antaño.