vitoria - El baskonismo vivía con el corazón encogido desde que cerca de las siete de la tarde del domingo Tornike Shengelia tuvo que abandonar el parqué del Buesa Arena camino de los vestuarios sostenido por los hombros de los fisiorerapeutas del club. La manera en la que se había producido la lesión y el propio desarrollo de la escena hacían inevitable pensar en un percance físico de gravedad. Aproximadamente veinticuatro horas después, los seguidores de la entidad de Zurbano -y evidentemente los propios profesionales- pudieron respirar un poquito más tranquilos. Y es que las pruebas médicas a las que fue sometido el jugador georgiano confirmaron el menor de los males posibles. O, lo que es lo mismo, un esguince de grados dos en los ligamentos externos de su tobillo izquierdo. Descartadas por lo tanto cualquier tipo de rotura o complicación de mayor entidad.

Aunque el comunicado oficial emitido por el Baskonia se limita a informar de que Toko “iniciará un tratamiento de rehabilitación y su evolución diaria determinará el plazo exacto de recuperación”, todo apunta a que deberá permanecer en el dique seco durante un periodo que oscilará entre las dos y las cuatro semanas en función de cómo marche el proceso de puesta a punto. Como consecuencia, se perderá con total seguridad el inicio de la Liga ACB y muy previsiblemente también los primeros compromisos de la Euroliga.

Se trata, en cualquier caso, de una lesión que, dentro del evidente problema que genera, no supone una alteración estructural significativa en la idea con la que afrontaba la temporada el plantel de Pablo Prigioni. Únicamente obliga en todo caso a acelerar más si cabe las gestiones para la contratación del cuatro que debe cerrar la plantilla. Sin la presencia del georgiano, esta posición se encuentra totalmente huérfana en estos momentos y supondría un riesgo demasiado elevado iniciar la competición oficial con esta tesitura.

Sobre todo porque la de Toko no es desgraciadamente la única ausencia por lesión que sufre la escuadra de Zurbano. Junto al georgiano se encuentran en la enfermería actualmente Jordan McRae, Rodrigue Beaubois y Patricio Garino. Una lista demasiado larga como para permitirse el lujo de dejar vacante una ficha que puede ser cubierta.

Así pues los próximos días se antojan de mucho movimiento en las oficinas del Buesa Arena. Y es que antes del arranque oficial de la Liga este viernes la directiva azulgrana tiene que decidir si apuesta por sustituir a Garino -la opción de Delfino es la más factible en estos momentos- y si incorpora definitivamente a la plantilla a un jugador que pueda desempeñar las labores de ala-pívot.

Shengelia. Heló el corazón del baskonismo durante el partido contra el Hapoel de Jerusalem del pasado domingo. Las pruebas a las que fue sometido durante la jornada de ayer confirmaron que sufre un esguince de grado dos en los ligamentos externos de su tobillo izquierdo que le obligará a estar en el dique seco entre dos y cuatro semanas. Con esta baja, el Baskonia se encuentra en estos momentos sin ningún ‘cuatro’ en su plantilla y el georgiano mantiene su maldición con los percances físicos que suelen afectarle cada temporada.

McRae. Sufre una subluxación en el hombro con un pronóstico de dos meses de baja del que ha consumido dos semanas ya.

Beaubois. Empezó a ejercitarse con el grupo la pasada semana tras pasarse toda la pretemporada trabajando en solitario para tratar de recuperarse de sus molestias en la rodilla. No ha debutado todavía.

Garino. Una rotura muscular en el recto femoral del cuádriceps izquierdo le obligará a estar fuera de las pistas aproximadamente durante el próximo mes.